Con 490,484 kilómetros por hora en el velocímetro, el Bugatti Chiron se convirtió en el hiperdeportivo más rápido de todos los tiempos superando a modelos de la talla de Koenigsegg Agera RS que marcó 457 km/h hace dos años.
Para lograr la nueva hazaña, la marca francesa invirtió tiempo y dinero en modificar el Bugatti Chiron transformándolo en un coche aún más aerodinámico que presenta una menor resistencia al aire y, por ende, lograr más velocidad en la pista.
De esta forma, el modelo fue alargado en 25 centímetros mientras que la altura se redujo ligeramente para mejorar el centro de gravedad y la aerodinámica. En ese sentido, Bugatti utilizó un sistema de suspensión de altura regulable en tiempo real.
Por otro lado, el alerón mecánico trasero que equipa tradicionalmente el Chiron fue reemplazado por un spoiler fijo que le entregó menor resistencia al aire.
También destacan sus tomas de aire más grandes y un trabajado difusor de cuatro salidas de escape, modificaciones necesarias para lograr la increíble velocidad de 490 km/h, incluso mayor a la que utilizan algunos aviones durante el despegue.
Los neumáticos fueron otros elementos desarrollados exclusivamente para la titánica labor de llegar a esa velocidad. En ese escenario, la empresa Michelin estuvo a cargo de fabricar ruedas que mantuvieran una adherencia estable.
Según señala la prensa internacional, la diferencia sustancial con los neumáticos tradicionales radica en el “cinturón de carcasa que fue reforzado para soportar la fuerza centrífuga a la que se ven sometidos por la velocidad”.
De hecho, Michelin realizó pruebas con equipamiento especial para someter a los neumáticos a velocidades extremas que llegaban a los 510 kilómetros por hora.
El interior del vehículo también fue modificado y la marca renunció a todos los componentes que no eran necesarios para realizar la prueba. Así, por ejemplo, eliminaron los acabos de lujo y el asiento de copiloto con el objetivo de reducir el peso para lograr mayor velocidad.
No obstante, las medidas de seguridad se mantuvieron intactas considerando el hecho que el piloto, Andy Wallace, alcanzaría velocidades nunca antes vistas en un auto.
En cuanto a la mecánica no se hicieron mayores modificaciones y el modelo equipa el mismo motor que la edición Centodieci presentada hace unos días y que cuesta nada menos que 8 millones de euros. Es decir, un bloque W16 de 8.0 litros con una caja automática de 7 velocidades, tracción integral y 1.600 caballos de potencia dan vida a la fuerza de este modelo.
Otro de los factores que entró a jugar en la hazaña fue la pista de Ehra-Lessien en Alemania.El circuito es uno de los más reconocidos en Europa gracias a sus más de 90 kilómetros con una sección de recta de más de 8 kilómetros.
Se emplaza en medio de un bosque y es utilizada constantemente por los autos del grupo Volkswagen (dueño del circuito) para probar sus autos antes de que salgan al mercado, así como también para albergar pruebas de velocidad.
