Una investigación aseguró que los taxistas experimentan exposiciones más altas al carbono negro, un indicador de los gases del motor diésel, en comparación con otros conductores como trabajadores de correos, los choferes de camiones, los trabajadores de servicio de emergencia y los de eliminación de desechos.
El estudio, realizado en colaboración entre el King's College de Londres (Reino Unido) y la Universidad Queen Mary, reclutó a 140 conductores profesionales de una variedad de ocupaciones que trabajan en el centro de Londres. Se les pidió que llevaran monitores de carbono negro, que estaban vinculados con rastreadores GPS, durante un período de 96 horas.
Los monitores midieron los niveles de exposición por minuto. También se preguntó a los conductores sobre el tipo de vehículo que conducen, sus horas de trabajo y si manejan con sus ventanas abiertas.
Los resultados mostraron que, en promedio, los conductores profesionales estuvieron expuestos a 4,1 microgramos de carbono negro por metro cúbico de aire durante la conducción, que fue aproximadamente cuatro veces mayor que su exposición en el hogar (1,1). Los investigadores apuntan que los niveles registrados en el hogar son similares a los niveles experimentados por los trabajadores de oficina en sus escritorios.
Los conductores profesionales también experimentaron extremos altos en la exposición al carbono negro, que a menudo superaron los 100 microgramos por metro cúbico de aire y duraron hasta media hora.
Durante el mismo período de tiempo, los investigadores encontraron que los niveles de contaminación en una calle concurrida de Londres (Marylebone Road) fueron en promedio de 3,1 microgramos y, lejos de la carretera, el nivel promedio en Londres fue de 0,9.
Los taxistas tuvieron los niveles más altos de exposición en promedio (6,5 microgramos), mientras los trabajadores de servicios de emergencia tuvieron los niveles más bajos (2,8).
"Nuestro estudio sugiere que los conductores profesionales están expuestos a altos niveles de contaminación del tráfico mientras están en el trabajo. Debido a que estos niveles son más altos que los que encontramos a un lado del camino, esto sugiere que estar dentro de un vehículo no necesariamente ofrece ninguna protección, de hecho, lo contrario: la contaminación del aire puede quedar atrapada dentro del vehículo durante períodos prolongados de tiempo", aseguró Shanon Lim, asistente de la investigación.
Lim añadió que no se sabe "con certeza por qué a los taxistas les va peor, pero podría deberse a que los taxis tienden a operar en las partes más concurridas y contaminadas de la ciudad, donde las calles restringen el movimiento del aire. Por otro lado -añadió-, los servicios de emergencia pueden evitar la congestión cuando atienden un incidente".
La investigación también mostró que mantener las ventanas cerradas mientras se trabaja redujo a la mitad los niveles de carbono negro para los conductores profesionales. El tipo de vehículo y la elección de la ruta también podrían reducir la exposición.