El Porsche 959 es calificado por muchos especialistas como uno de los mejores modelos construidos por la icónica casa de Stuttgart. Creado en 1986 terminó siendo el símbolo de una década gloriosa en la historia del automóvil, sin contar otros títulos como ser el auto de serie más rápido de la época al alcanzar los 315 km/h. gracias a su motor boxer biturbo que erogaba una potencia de 450 caballos.
Fue tal su impacto tras su lanzamiento que el fabricante alemán decidió sacar al mercado algunas series especiales para coleccionistas más exigentes y así nació el modelo que corrió en el Rally París-Dakar o la versión 959S que tenía 515 caballos de potencia.
(Facebook/Porsche Museum)
No obstante, en 1989 un príncipe árabe quiso ir más allá y se contactó con el departamento de personalización Porsche Exclusive Manufaktur para que le construyeran siete ejemplares del 959 bajo estrictas especificaciones en diseño y que el magnate quería para su colección privada.
De estos deportivos, dice el sitio Motor1.com, se conoce muy poco y los escasos datos que se manejan están en el Museo de Porsche ubicado en la ciudad de Stuttgart.
Precisamente dos unidades de esta colección son expuestas en el complejo que rinde tributo a la historia del constructor de autos de alta gama alemán.
(Facebook/Porsche Museum)
El más llamativo es un impresionante deportivo pintado casi en su totalidad en color oro. Incluso sus salidas de escape fueron enchapadas en el metal precioso, relata la información.
(Facebook/Porsche Museum)
Su interior está a tono con la carrocería y destacan los logotipos incrustados en el volante y el pomo de la palanca de cambios con un escudo que podría representar a la familia del magnate del Medio Oriente que encargó los vehículos. Destacan también los detalles en fina madera.
(Facebook/Porsche Museum)
La segunda unidad está pintada de rojo, color que predomina tanto por dentro como por fuera. Su cabina tiene toques únicos y que incluyen, por ejemplo, letras Porsche en el volante que está forrado en cuero. También tiene ornamentación especial en la palanca de cambios y decoraciones de madera en el tablero.
(Facebook/Porsche Museum)
Esto dos modelos lo único que demuestran, dice el sitio Motor1.com (y los más puristas de la casa de Stuttgat) que no siempre ser millonario implica tener buen gusto.