El fabricante alemán de automóviles de alta gama Audi proyecta reducir la capacidad de producción en sus dos plantas en Alemania, según dijo el presidente de la automotriz, Bram Schot, al periódico "Frankfurter Allgemeine Zeitung".
La medida podría implicar el despido de decenas de trabajadores de la empresa, aún cuando se avanza con sus representantes para evitar ese escenario.
"Tenemos ideas claras sobre cómo asegurar el empleo en Ingolstadt y Neckarsulm y, por el momento, mantenemos un intercambio constructivo con los representantes de los trabajadores. Es demasiado pronto para hablar de esto", señaló Schot al rotativo alemán.
Audi prevé ahorrar unos 15.000 millones de euros (unos 16.700 millones de dólares) hasta 2022 con la aplicación de una serie de disposiciones administrativas y "nos acercamos a este objetivo con medidas claras", añadió el ejecutivo.
Este año, la automotriz alemana vendió un 3,6 por ciento menos de autos que en 2018 y ese año hizo lo propio con un 3,5 por ciento menos que en 2017.
Las plantas alemanas, con sus 61.000 empleados, no presentan una utilización óptima de sus capacidades. De hecho, en la planta principal de la ciudad bávara de Ingolstadt se suprimió uno de los tres turnos nocturnos.
Un portavoz del comité de empresa dijo que la automotriz quiere reducir capacidades y para eso "estamos en conversaciones exploratorias", manifestó.
Audi tiene previsto lanzar al mercado alrededor de 30 modelos eléctricos hasta 2025 y generar así el 40 por ciento de sus ventas.
Schot señaló al "Frankfurter Allgemeine Zeitung" que Audi ya divisó en la empresa "posibilidades de ahorro de 10.500 millones de euros que mostrarán su efecto hasta 2022. La mitad de estas medidas ya se están aplicando".
El presidente del comité de empresa, Peter Mosch, pidió inversiones en lugar de programas de ahorro en la asamblea general de principios de octubre y subrayó que el comité de empresa espera un compromiso claro con las plantas alemanas y la ampliación de la garantía de empleo de cinco años hasta 2030.
"No estamos hablando sólo de cifras, estamos hablando de empleados", sostuvo Schot ante el "Frankfurter Allgemeine Zeitung" y destacó que cuando se canceló el turno nocturno en Ingolstadt fue importante "hacerlo de una manera socialmente aceptable y en cooperación con los representantes de los trabajadores".