La empresa alemana Lilium concretó su primera fase de prueba de su taxi volador eléctrico diseñado para transportar a cinco pasajeros a una velocidad promedio de 100 kilómetros por hora y que debería estar operativo en 2025.
Para eso la startup germana ya finalizó las obras de su primera planta de fabricación en Munich y además contrató a un conocido veterano aeroespacial para que aporte con su experiencia al proyecto, especialmente en su programa de vuelo.
Se trata del especialista de Airbus, Yves Yemsi, que fue nombrado como director de programas. Yemsi trabajó como jefe de calidad del exitoso avión Airbus A350.
El prototipo de Lilium es una aeronave de 36 rotores autónomo que en mayo pasado concretó su primer vuelo de prueba para someter a evaluación su capacidad de despegue, por lo que básicamente se le pidió que despegara verticalmente, flotara en estado estacional por algunos segundos y luego aterrizar.
El nuevo video publicado este miércoles por la firma alemana muestra a la aeronave en transición de vuelo vertical a vuelo nivelado, que es una maniobra clave para los llamados aviones eléctricos de despegue y aterrizaje vertical (eVTOL).
Lilium calificó la transición del despegue vertical al vuelo de avance como "uno de los mayores desafíos aeroespaciales" y en este primer ensayo no hubo errores.
El jet de Lilium ciertamente se destaca entre la cosecha actual de nuevas empresas de "autos voladores": tiene una cabina en forma de huevo encaramada en el tren de aterrizaje con un par de alas de rotor de inclinación paralelas.
Las alas están equipadas con un total de 36 motores a reacción eléctricos que se inclinan hacia arriba para el despegue vertical y luego se mueven hacia adelante para el vuelo horizontal. No hay cola, timón, hélices o caja de cambios. La cabina tiene capacidad para cinco pasajeros.
Cuando esté completo, el Lilium Jet tendrá un alcance de 300 kilómetros y una velocidad máxima de 300 km/h, dice la compañía.
Lilium dice que esto lo pone por delante de sus competidores y le permite volar entre regiones en lugar de limitarse solo a dar “saltos cortos” dentro de las ciudades.
