El fabricante de autos estadounidense Ford presentó el pasado fin de semana el Mach-E, un SUV que llama la atención no solo por ser 100% eléctrico, sino también por ser el primer crossover en ser considerado como parte del exclusivo catálogo Mustang, un espacio que hasta ahora solo estaba reservado para verdaderos muscle car.
De hecho, tras el lanzamiento del nuevo modelo cero emisiones ejecutivos de la empresa no descartaron que en un futuro cercano se presenten nuevos productos con la insignia del pony.
El anuncio no hizo más reforzar la teoría que habla que la compañía estaría pensando en convertir el nombre Mustang en una submarca de rendimiento, que le permitiría entrar con más fuerza a otros mercados donde el modelo deportivo goza de popularidad y renombre.
La jugada no parece tan descabellada para los analistas que han avalado tal acción explicando que más que un sacrilegio, es una cuestión de sobrevivencia en un mercado internacional cada vez más exigente.
Al menos así lo plantea el sitio británico Autocar tras hablar con Murat Gueler, jefe de diseño europeo de Ford, quien dijo que la decisión de lanzar el Mach-E podría conducir a la posibilidad de ver nuevos modelos de Mustang.
"El Mach-E es nuestro paso hacia el futuro, sin ignorar la historia", dijo Gueler al medio de prensa, oportunidad donde aseguró que "hay mucha emoción con el Mustang, y es hora de progresar y expandirlo aún más".
En el caso del Mach-E, manifestó el ejecutivo, podría haber llevado el logotipo tradicional de la marca, el icónico óvalo azul. No obstante, se decidió lanzarlo con el emblema Mustang, utilizando una versión reelaborada de la insignia del pony y replicando las mejores características de muscle car.
De hecho, el equipo de diseño del Team Edison (el grupo de trabajo encargado de los coches eléctricos en Ford) llevó los rasgos típicos del Mustang al Mach-E para seguir alimentando la sensación de aventura, deportividad y rebeldía propia del legendario auto conducido por Steve McQueen.
Entre ellos, dijeron, está el largo capó, unos faros y calandra que recuerden al actual modelo, así como los grupos ópticos traseros compuestos por tres pilotos verticales cada uno o las aletas traseras musculosas. Y, por suspuesto, el logotipo del “pony car”.
Gueler dijo que esta decisión de potencia el nombre Mustang y amplía su alcance tiene como objetivo "construir una familia" que expanda la oferta de este emblemático modelo Ford, no solo en Estados Unidos, sino también el mercado europeo y asiático.
“El último Mustang en Europa ha ganado otro nivel de popularidad, por lo que tenemos una base más grande para la marca Mustang. El Mustang y el Porsche 911 son los autos deportivos más famosos del planeta. Mustang es una gran placa de identificación y ya era hora que le aplicáramos electrificación”, dijo el ejecutivo al hablar de la importancia del Mach-E.
"La gente ahora entiende que podemos hacer diferentes cosas con diferentes placas de identificación con bastante éxito", sentenció el jefe de diseño europeo de Ford.