Auto eléctrico impreso 3D.
XEV
La industria automotriz se encuentra en un proceso de integración de la tecnología 3D y ya no es raro ver a fabricantes como Ford implementar este innovador sistema en sus líneas de producción. No obstante, la startup china XEV viene desde el 2016 trabajando en un vehículo eléctrico impreso completamente en 3D.
Si bien la compañía llevaba un camino recorrido en este segmento, lo cierto es que durante el último tiempo ha enfrentado complicaciones económicas que han puesto en jaque el futuro del coche.
Así lo confirma el medio Digital Trends, donde se indica que “la compañía está tratando de financiar la producción mediante Kickstarter”, plataforma global de crowdfunding que ayuda a dar vida a creativos proyectos que no cuentan con recursos.
En ese sentido, la iniciativa web busca recaudar 553 mil dólares, alrededor de 430 millones de pesos chilenos, para que el auto impreso se haga realidad.
Pese a ello, las noticias no son muy esperanzadoras para la startup china, ya que a la fecha los aportes solo ascienden a 15 mil dólares, es decir poco más de 11 millones de pesos.
Lo que es peor aún, el dinero recaudado solo llegará a manos de la firma asiática si se cumple la meta antes del 6 de febrero próximo. De no ser así, la plataforma web se quedará con todos los recursos recaudados hasta ese momento.
“Según la política de Kickstarter, el dinero solo irá a XEV si se cumple ese objetivo”, publicó Digital Trends.
Los interesados en aportar dinero a la compañía china recibirán a cambio imanes, camisetas y modelos del auto a escala, mientras quienes contribuyan con sumas en grandes cantidades podrán incluso reservar un auto real en Europa.
Con solo 57 componentes
Aunque el futuro del coche depende de los contribuyentes, la empresa XEV ya ha avanzado significativamente en el vehículo que solo constará de 57 componentes.
En términos de diseño el auto cero emisiones se asemeja a un Smart aunque de dimensiones incluso menores. Su motor eléctrico puede erogar alrededor de 10 caballos de potencia y logra alcanzar 43 kilómetros por hora.
Su autonomía, por otro lado, es de 150 kilómetros, de ahí que se convierte en un vehículo pensado especialmente para las grandes ciudades congestionadas.
