Un antiguo y rarísimo Alfa Romeo 6C 1750 SS (Super Sport) de 1929, cuyo primer dueño fue el dictador italiano Benito Mussolini, será “devuelto a la vida” por el restaurador británico Thornley Kelham.
Se trata de uno de los autos deportivos más impresionantes de fines de la década del 20 e inicio de los 30. De hecho en 1929 trece unidades de este coche corrieron en la prestigiosa y peligrosa Mille Miglia.
De ellos tan solo ocho finalizaron la carrera, siete entre los diez primeros lugares, incluyendo el primer y tercer puesto.
Esta performance del Alfa Romeo 6C llamó rápidamente la atención del “Duce” quien adquirió uno de estos coches el 13 de enero de 1930.
Como era de esperar, el gobernante italiano pidió una carrocería especial que estuviera a la altura de su rango de Jefe de Estado y que fue confeccionada por al empresa Stabilimenti Farina creada por Giovanni Carlo Farina, hermano del famoso carrocero Battista Farina creador de la afamada Pininfarina.
Con el paso del tiempo el Alfa Romeo sufrió varias transformaciones como en su parrilla frontal y partes importantes de su carrocería según revelan registros fotográficos de la época.
Incluso en una filmación, que se mantiene en los archivos de Cinecitta, hecha el 20 de abril de 1931 se aprecia el deportivo siendo conducido por Mussolini en un viaje entre Roma y Ostia.
No obstante, el chasis se mantiene original con su número de serie (6C0312898), así como el motor y la caja de cambios.
Según los registros el Alfa Romeo 6C 1750 SS fue vendido el 21 de marzo de 1937 a Renato Tigillo, quien en agosto de ese mismo año lo envió a Asmara, una colonia italiana en África.
Fue en esa localidad donde el deportivo comenzó a ser modificado, partiendo por la bella silueta que había creado Farina.
También se cree que durante esa época el auto fue usado para competir en las carreras Coppa di Natale o la Coppa Governatore, aún cuando no existen datos concretos de esta situación.
Con el paso de los años se perdió el rastro del Alfa Romeo hasta ahora que su propietario, cuyo nombre se desconoce, se contactó con Thorney Kelham para que le devuelva el aspecto original al coche.
Según comentaron expertos, el trabajo va a significar miles de horas de trabajo especializado, tanto para desmontar por completo el vehículo como para restaurar los elementos originales, además de diseñar y ensamblar aquellos elementos que devuelvan el coche al estado que tenía en 1930.
De hecho, se estima que este trabajo podría costar más de medio millón de euros, una cantidad considerada como insignificante para un deportivo con tanta historia y que será del gusto de varios multimillonarios coleccionistas que, sin lugar a dudas, estarán dispuestos a pagar lo que sea para conseguir esta máquina.
