Mientras el coronavirus sigue generando estragos en el mundo, algunas competencias automovilísticas ya buscan alternativas para retomar la actividad después de meses de paralización a raíz de la pandemia.
En ese escenario la Fórmula Uno ya prepara un plan para volver con las carreras en julio, pero con medidas estrictas para evitar contagios tanto en competidores, equipos como los aficionados al deporte tuerca.
Así lo publicó el medio Motorsport que informó que la máxima competencia automovilística del mundo podría retomarse en el Gran Premio de Austria (5 de julio). Si bien semanas antes, en junio, aún está programada la fecha de Francia, los medios internacionales especulan que podría suspenderse debido a los duros golpes que sufre ese país por la enfermedad.
De esta forma la fecha de Austria asoma como la gran alternativa para volver a la adrenalina motor y para ello ya se prepara un completo plan de "aislamiento".
"Entre ellas se valora la posibilidad de que no haya espectadores, invitados ni medios de comunicación, reducir los miembros de los equipos al mínimo posible –alrededor de 45 trabajadores– y garantizar que el personal de la F1 presente esté "relativamente aislado" de la población que vive cerca del circuito", explicó el mencionado medio.
Por otro lado, también se manejan las posibilidades de que el uso de mascarilla sea obligatorio y además se requeriría que todo el personal que viaje presente un certificado de salud indicando que no presenta la enfermedad.
De hecho, la idea va más allá y según el Motorsport Austria podría convertirse en sede de dos fechas, separadas solo por 15 días. Es decir, se disputarían dos carreras en el mismo circuito.
El asesor de Red Bull, Helmut Marko, señaló que "intentaremos reducir lo máximo posible los miembros de los equipos y proveedores. Esto aumenta las posibilidades de que se pueda recibir la aprobación".
Por ahora la iniciativa aún está en estudio y se espera que con el paso de las semanas se entreguen novedades al respecto.
