Las autoridades de California aprobaron un nuevo reglamento que establece que todos los camiones y furgonetas comerciales que sean vendidos en el estado a partir del año 2045 deben ser cero emisiones, retirando del mercado los motores convencionales diésel y gasolina que dañan el medio ambiente.
La disposición fue sentenciada por la Junta de Recursos del Aire de California (CARB) y se convierte en la primera normativa de este tipo en los Estados Unidos.
En 2018 el estado de California también fue pionero al disponer que las agencias de tránsito compren autobuses totalmente eléctricos a partir de 2029, así como con su programa de vehículos de cero emisiones (ZEV) de larga data para automóviles de pasajeros y camiones.
Si bien la norma fija como fecha límite el año 2045, en el camino se deberán cumplir otras metas exigidas como que la mitad de todos los camiones vendidos en el estado deben ser 100% eléctricos para 2035.
Además se dispone que la totalidad de los vehículos de transporte de corta distancia en puertos y patios ferroviarios también deben ser cero emisiones para 2035.
Cinco años más tarde (2040), establece la nueva reglamentación, todos los camiones de reparto de última milla y las camionetas deben ser cero emisiones.
La nueva reglamentación fue definida como un movimiento audaz que debería ayudar a frenar uno de los sectores más contaminantes de la industria del transporte.
A pesar de que solo representan el 7% de los vehículos en la carretera en California, los camiones diésel son responsables del 70% de la contaminación que se registra en el estado y el 80% del hollín emitido, según CARB.
La nueva reglamentación de California también podría tener consecuencias mucho más amplias, dicen los analistas, gracias a su papel como líder de las regulaciones de aire limpio.
Hasta la fecha 14 estados de EE.UU. han adoptado su programa ZEV progresivo para vehículos de pasajeros y el año pasado California implementó su propia regulación luego que la administración Trump decidiera flexibilizar el estándar de economía de combustible de la era Obama destinado a enfrentar la crisis climática.
