El constructor de autos de lujo alemán BMW sigue dando pasos en sus esfuerzos por reducir el impacto ambiental en la industria automotriz y es así que ya apuntó a dar un nuevo impulso a la electromovilidad con cinco autos totalmente cero emisiones a partir del próximo año.
Según informó Reuters, a partir del 2021 la compañía ofrecerá el BMW i3, el MINI Cooper SE, el BMW iX3, el BMW iNEXT y el BMW i4, todos totalmente eléctricos.
Además, para el 2023 planea tener al menos 25 modelos electrificados en las carreteras, siendo la mitad de ellos completamente cero emisiones.
Por otro lado, la prensa internacional destacó que la próxima generación del BMW Serie 7, considerado como uno de los buques insignia de la marca, tendrá diferentes versiones y por primera vez contará con una opción 100% cero emisiones.
De esta manera, BMW planea seguir dando pasos hacia la electromovilidad aunque hasta el momento no ha informado sobre los mercados en los que lanzará estas opciones.
Disminución en las emisiones vinculadas a producción
Como si eso fuera poco, el gigante alemán también trabaja de la mano con recortar las emisiones vinculadas a la producción de sus vehículos. Desde 2006 ya ha disminuido en un 70% esas emisiones contaminantes y ahora se ha propuesto continuar en esa línea para bajar en un 80% las actuales cifras antes de llegar a 2030.
Así lo adelantó el presidente de la compañía, Oliver Zipse, quien presentó todos los detalles de la nueva estrategia de reducción de emisiones de la marca y que pone la sostenibilidad en el "centro de su plan estratégico".
"Creo firmemente que la lucha contra el cambio climático y la forma en que usamos los recursos decidirán el futuro de nuestra sociedad y del grupo BMW. Como empresa de automóviles premium, nuestra ambición es liderar el camino hacia la sostenibilidad. Es por eso que estamos asumiendo la responsabilidad aquí y ahora y haciendo que estos temas sean centrales para nuestra futura dirección estratégica", dijo Zipse.
Además del recorte del 80% en la producción, BMW proyecta reducir en un 20% las emisiones por vehículo en la cadena de suministro y, en un 40%, durante la fase de uso de los vehículos a través de la electrificación.
