En una extensa presentación, enmarcada en el llamado “Battery Day”, el fabricante de autos eléctricos Tesla prometió que en un futuro cercano lanzará al mercado internacional un vehículo mucho más económico y cuyo valor debería rondar los 25 mil dólares (alrededor de 20 millones de pesos chilenos) gracias al desarrollo de una nueva generación de baterías.
Pero eso no es todo, ya que en el evento también se confirmó el lanzamiento de una versión ultrarrápida del Tesla Model S que se llamará “Model S Plaid” que podrá ir de 0 a 100 km/h en poco más de 2 segundos y alcanzar una velocidad punta de alrededor de 320 km/h.
Como era de esperar, el maestro de ceremonia fue el fundador y CEO de la compañía, Elon Musk, quien explicó que próximamente la empresa comenzará a construir sus propias baterías a fin de abaratar sus costos y, por ende, poder lanzar un auto cero emisiones cuyo valor debería ser similar a los coches con motores convencionales.
Según se informó, Musk planteó previamente a los accionistas de Tesla que la empresa no tendrá éxito en el futuro si no es capaz de producir vehículos cero emisiones más baratos que los modelos actuales.
Una nueva generación de baterías
Para alcanzar ese objetivo Tesla comenzará a fabricar una nueva y avanzada generación de baterías para sus vehículos cero emisiones, las que serán más poderosas y duraderas, además de costar la mitad de lo que valen las actuales fuentes de poder.
Cabe consignar que en la actualidad las baterías de un auto 100% eléctrico representan cerca de un tercio del valor final del coche. De ahí que lograr una reducción en su costo de producción podría significar un importante avance para tener modelos más baratos.
En ese contexto las nuevas celdas cilíndricas de Tesla, bautizadas como “Celdas 4680” (por su diámetro de 46mm y por su altura de 80mm) proporcionarán cinco veces más energía, seis veces más potencia y un 16% más de autonomía, explicó Musk.
Junto con ello se delineó un programa para reciclar las celdas de poder y bajar al mínimo el uso de cobalto, considerado uno de los elementos más costosos en el proceso de fabricación y que sería reemplazado por el níquel y el silicio.
Según explica el sitio Motorpasion.com, estos elementos son más fáciles y económicos de extraer. Además las propiedades fisicoquímicas del segundo, unidas al nuevo diseño de los electrodos, consiguen reducir la degradación que experimentan las baterías al ir sumando ciclos de carga y descarga. Tesla prevé que la vida útil de la batería aumente así un 20%.
Musk planteó además la idea de que estas fuentes de poder repliquen un concepto ya visto en la aeronáutica donde las alas de los aviones comerciales también son sus estanques de combustible.
Según explicó el mediático millonario, al convertir las futuras baterías en parte de la estructura de los vehículos eléctricos se podrá ahorrar masa y reducir el número de partes durante su ensamblaje.
Estas nuevas celdas de poder serán producidas inicialmente en una nueva línea de ensamblaje cerca de su planta de vehículos en Fremont, California, con una producción planificada que alcance los 10 gigavatios-hora al año para finales de 2021.