Hasta julio de este año los scooter eléctricos estaban prohibidos en el Reino Unido y solo podían ser conducidos en recintos privados, de lo contrario sus ocupantes se arriesgaban a multas o la pérdida de puntos en su licencia de conducir.
A fin de controlar su uso y facilitar el traslado de las personas en lo que se denomina “la última milla”, especialmente en periodo de pandemia, el gobierno dictó una normativa que autoriza el uso de scooter eléctrico de arriendo en ciclovías y calles de baja velocidad a no más de 25 km/h.
No obstante, para evitar que estos sean conducidos en áreas peatonales o vías rápidas las autoridades ahora quieren implementar en este servicio de transporte urbano una tecnología que permite apagarlos en caso de salir de las rutas previamente delimitadas.
Para eso, indica The Telegraph, han recurrido a la empresa Link, con sede en Estados Unidos, y que ha implementado este servicio denominado Geofencing.
El sistema básicamente opera en base a la ubicación por GPS, RFID o Wi-Fi para activar una acción preprogramada de encendido o apagado dependiendo de si se entra o se sale de un límite virtual configurado en un entorno geográfico o ubicación.
Según indica el medio de prensa, traer los scooters eléctricos de Link al Reino Unido busca evitar accidentes y frenar el comportamiento antisocial de muchos de sus usuarios que transitan por áreas peatonales o ingresan a vías rápidas.
De ahí que por el momento solo están permitidos los monopatines eléctricos de viaje compartido, ya que estos le permiten a la autoridad verificar y establecer si cumplen con los estándares de seguridad.
Según se indicó, Link alquilará los scooters a través de dos esquemas, uno en Londres y otro en Portsmouth, Southampton y la Isla de Wight.
