Captura Youtube / Povozcar
El gigante de la industria automotriz Toyota anunció que ya entregó en el Vaticano la primera de dos unidades del nuevo papamóvil, vehículo que fue desarrollado por la marca a petición especial con motivo de la próxima visita que realizará el pontífice a Japón y que está programada para noviembre de este año.
El nuevo papamóvil fue construido tomando como base el modelo Mirai y destaca por ser la versión más moderna del cero emisiones impulsado por una pila de combustible de hidrógeno.
El auto fue construido por el gigante automotriz a petición de la Conferencia Católica de Obispos de Japón (CBCJ), organismo que decidió regalárselo al sucesor de Pedro para su uso en actividades públicas.
Según se informó, un representante de la CBCJ, el embajador de Japón en la Santa Sede y dos miembros de Toyota Italia y Toyota Europa fueron los encargados de entregar el moderno presente al Papa Francisco.
El Mirai papamóvil presenta varias transformaciones en relación al modelo original con el objetivo de adaptarse a las necesidades de la máxima autoridad de la iglesia Católica y entre estas destaca un aumento en su longitud que ahora alcanza los 5,1 metros y una altura de 2,7 metros debido a la cabina de seguridad emplazada en la parte posterior donde el pontífice puede viajar de pie para saludar y ser visto por los feligreses.
A lo largo de los años se han observado varios modelos de papamóvil, muchos de los cuales han integrado nuevas tecnologías más amigables con el medio ambiente, sin contar otras unidades obsequiadas al pontífice.
De hecho, el Papa Francisco ha usado a lo largo de los años desde un Fiat Panda, pasando por un Hyundai Santa-Fe o un Dacia Duster hasta varios Mercedes Clase G.
En 2017 el sucesor de Pedro incluso recibió de regalo un exclusivo Lamborghini que fue pintado con los colores del Vaticano y que fue subastado para recaudar fondos para acciones benéficas.
Hasta ahora el principal problema que presentan los vehículos impulsados por una pila de hidrógeno son las escasas estaciones de repostaje, algo que ha frenado la masificación de esta tecnología. De hecho el sitio Jalopnik indica que la estación más cercana al Vaticano está ubicada a seis horas y media de la Santa Sede.