El segmento de los vehículos eléctricos sigue creciendo y no son pocas las empresas que buscan sumarse a una tendencia que no hace más que aumentar en el mundo. En ese sentido la pequeña compañía Bollinger Motors también quiere sumarse a la carrera y para eso ya ha presentado algunos modelos como un robusto todoterreno y una agresiva pick-up.
Sin embargo, la firma necesita al menos 50 millones de dólares para iniciar la producción de sus vehículos y, en ese contexto de recaudación de dinero, su fundador Robert Bollinger entró en un dilema según informó la prensa internacional.
Automotive News indicó que Bollinger ya fue contactado por algunas empresas de adquisición de propósito especial (SPAC por sus siglas en inglés) quienes le ofrecieron comprar parte de la compañía para echar a andar la producción.
Sin embargo, el fundador y CEO de la startup no mira con buenos ojos esta opción ya que tiene acuerdos con fabricantes de automóviles establecidos para facilitar la producción y venta de sus vehículos eléctricos.
Por otro lado, Bollinger no quiere repetir la experiencia de otras firmas emergentes como Nikola que ha sido ampliamente criticada por usar este método y que incluso llevó a que sus acciones cayeran en la bolsa.
“Un SPAC es maravilloso porque dejan un montón de dinero en tu regazo. La desventaja es que ser público es mucho más trabajo. Si vendemos a un SPAC, será después de que el polvo se asiente sobre Nikola”, dijo Robert Bollinger.
De ahí que la prensa internacional destaca que el fundador se encuentra en un dilema para financiar la producción de sus autos que, según señala el mismo Bollinger, serán unos de los mejores del mercado.
Cabe destacar que Bollinger no solo cuenta con sus modelos todoterreno y pick-up, que busca comenzar a producir en el 2021, sino que hace pocos meses presentó una furgoneta de reparto completamente libre de emisiones que tiene fecha de estreno en el 2022.
