Uno de los grandes obstáculos que sigue existiendo en la industria de los vehículos eléctricos para que su masificación sea aún mayor es el alto valor que significa fabricar este tipo de coches, costo que finalmente también se traspasa a los consumidores.
El alto gasto en baterías que entreguen una autonomía suficiente es una de las aristas que aún sigue complicando a las grandes empresas. Sin embargo, un nuevo estudio aseguró que en el año 2024 el costo de la producción de este tipo de coches bajará considerablemente, igualando a los vehículos convencionales.
La investigación estuvo a cargo del banco de inversión UBS y señaló que el gasto adicional de fabricar vehículos eléctricos de batería en comparación con los vehículos convencionales se reducirá a solo 1.900 dólares por automóvil para 2022, antes de desaparecer por completo en 2024.
En términos de la batería, la entidad aseguró que los costos podrían descender en al menos 100 dólares por kilovatio-hora para 2022, generando muchas más oportunidades para los fabricantes y consumidores.
De hecho, el analista de UBS, Tim Bush, se aventuró a decir que “no quedarán muchas razones para comprar un automóvil convencional después de 2025”.
