No es extraño que, de vez en cuando, surjan noticias que dan cuenta del hallazgo de algún raro y costoso auto clásico que permaneció por décadas olvidado en algún granero, cobertizo o garaje y que ha sido vendido por una exorbitante suma de dinero por ser una piezas única de gran valor para los coleccionistas.
Uno de los casos más recientes ocurrió en Estados Unidos donde se halló un preciado Aston Martin DB4 de principios de la década del 60 y que ahora está a la venta, sin restaurar, en alrededor de 326 mil dólares, es decir unos 230 millones de pesos chilenos.
Más allá de su alto valor, la historia de este hermoso deportivo británico ha llamado la atención ya que pertenecía a un veterano de la Guerra de Vietnam que lo recibió como regalo hace más de cuarenta años, sin saber su real valor.
Según relata el sitio Motor1.com, todo comenzó a fines de los años 60 cuando el especialista en pintura y carrocería de automóviles, Connie Moore, había regresado de su servicio en Vietnam para retomar su antiguo trabajo.
Su jefe, Arthur, era un coleccionista de modelos clásicos, sobre todo americanos, y Moore le ayudó a arreglar el techo de uno de ellos, un Ford de 1936.
Para agradecer la disponibilidad del ex soldado y el buen trabajo de restauración, su jefe le obsequió un deportivo del Reino Unido del que Moore nunca había oído hablar, ya que solo conocía los Jaguar y MG.
Así las cosas, el veterano recibió el deportivo con volante a la derecha y lo guardó sin conducirlo, ya que si bien su motor encendía tenía un pequeño problema en su embrague.
Tras permanecer un tiempo a resguardo, Moore se divorció y el coche fue a parar al jardín de un amigo donde estuvo abandonado por más de una década, tras lo cual fue llevado a la casa de otro conocido de Moore donde quedó estacionado a la intemperie por otros tres años.
Finalmente, hace 31 años, el veterano de Vietnam se llevó el coche a un granero de su propiedad, donde lo guardó hasta el día de hoy manteniéndolo totalmente original hasta que fue adquirido por la empresa Gullwing Motor Cars, por un precio hasta ahora desconocido.
Ahora se conoció que la firma está dispuesta a desprenderse del coche por alrededor de 326 mil dólares con la esperanza de que algún coleccionista millonario lo compre para restaurarlo y devolverle su antigua gloria.