Para nadie es un secreto que Volkswagen está empeñado en liderar la transformación hacia la electromovilidad invirtiendo millones de dólares en este proceso, adaptando sus plantas y dando forma a una robusta cartera de modelos cero emisiones. En ese contexto, un comunicado de prensa filtrado en línea ayer lunes reveló que la división de la empresa en EE.UU. pretende utilizar la marca "Voltswagen" para identificar su nueva línea de vehículos ecológicos.
Si bien en un principio el anuncio se puso en duda, tras ser rápidamente eliminado de internet, el sitio Automotive News conversó con una fuente cercana a Volkswagen of America, la que confirmó los planes de marketing, al explicar que este cambio de nombre busca estar en consonancia con el futuro "totalmente eléctrico" de la compañía en el mercado norteamericano.
La decisión, añade la agencia de noticias AP, busca además distanciarse del Dieselgate, escándalo desatado luego que el fabricante alemán fuera acusado de manipular electrónicamente los controles de emisiones de contaminantes en sus vehículos.
Se prevé que la compañía haga el anuncio oficial este martes, de acuerdo con una fuente de la compañía, quien pidió hablar a condición de guardar el anonimato debido a que los planes no se han hecho públicos.
La división del VW en EE.UU. publicó brevemente un comunicado en su sitio web el lunes anunciando el cambio de nombre. Un reportero de USA Today se percató del comunicado antes de que fuera retirado. El documento estaba fechado el 29 de abril.
La fuente añadió que el nombre Volkswagen Group of America, que también incluye a las marcas Audi, Bentley, Bugatti y Lamborghini, no cambiará. Más bien, sólo la "k" en la marca Volkswagen será cambiada por una "t" cuando se trate de coches cero emisiones.
Los vehículos eléctricos llevarán un distintivo exterior con el nombre "Voltswagen", mientras que los de gasolina aún tendrán el habitual "VW", agregó el informante.
El comunicado señalaba que la decisión equivalía a una declaración pública de la inversión futura de la compañía en los vehículos eléctricos.
VW ha estado tratando de limpiar su imagen después de que las autoridades estadounidenses descubrieron en 2015 que sus así llamados vehículos "limpios" de diesel hacían trampa en las pruebas de emisiones. Los vehículos activaban los controles de contaminación durante las pruebas de la Agencia de Protección Ambiental, pero los apagaban durante su uso en las calles.
Volkswagen se declaró culpable en 2017 y accedió a pagar 4.300 millones de dólares en sanciones civiles y penales, así como miles de millones de dólares más para recomprar los autos. Dos personas fueron a dar a la cárcel.