El Salón del Automóvil en Shanghai, que abrió sus puertas esta semana, se convirtió en el mayor evento de marketing de la industria automotriz en un año eclipsado por la pandemia de coronavirus y que sorprende al mundo al realizarse con acceso al público general.
Si bien tanto la prensa como aficionados pueden visitar el evento, lo cierto es que la feria automotriz
se realiza bajo estrictas medidas sanitarias para evitar contagios en un país donde la emergencia del Covid-19 golpeó con fuerza pero que también ha sabido recuperarse.
De esta manera, aunque el uso de la mascarilla no es obligación, son cientos los asistentes que
prefieren seguir ocupando cubrebocas como medida de protección.Lo que sí es requisito para ingresar al evento es
tener activado el QR Health, un código de seguridad sanitario que muestra los resultados de tests de Covid-19 de esa persona, explicó la prensa internacional.
En Shanghai se suelen realizar
exámenes una vez al mes para toda la población con el objetivo de mantener controlada la pandemia.
También se solicita el
registro de vacunas aplicadas e información sobre viajes y contactos con personas que podrían haber estado positivo durante los últimos meses.
Por otro lado, este Salón también contará con la particularidad de ser
casi 100% local debido a las cuarentenas obligatorias que impone China para los viajeros de 15 días. De hecho, los viajes entre Shanghai y la capital Beijing están muy restringidos.
Además, existirán distintas
actividades en línea como conferencias de prensas, enlaces en video, etc. Los reporteros, en tanto, debían someterse a pruebas para detectar la eventual presencia del covid-19 antes de poder acreditarse.
Así y todo, el Salón del Automóvil en Shanghai se convierte en el evento automotriz más importante durante los últimos meses en un escenario en el que la pandemia sigue golpeando al mundo.