La empresa de vehículos eléctricos Tesla se encuentra en el ojo de la polémica luego que el fin de semana pasado
murieran dos personas cuando uno de los vehículos de la compañía chocó violentamente contra un árbol. La investigación preliminar del hecho demostró que
ninguna de las dos víctimas iba conduciendo el vehículo al momento del accidente, apuntando la responsabilidad al sistema de "piloto automático" del coche.
Sin embargo, pocos días después del accidente, el fundador de Tesla, Elon Musk, aseguró que “
el registro de datos muestra que el Autopilot no estaba activado y este vehículo no tenía el FSD (Autopilot y Full Self Driving)”. Con toda esa polémica detrás, los ingenieros de Consumer Reports decidieron poner a prueba uno de los autos de Tesla para saber qué tan
fácil era engañarlos con respecto al Autopilot. El experimento consistió en activar el "piloto automático" (que solo ha sido calificado como un sistema de asistencia a la conducción) de un Model Y mientras el automóvil estaba en movimiento en la pista. Luego se estableció el dial de velocidad (en el radio derecho del volante) en 0,
lo que hizo que el automóvil se detuviera por completo.Después, Jake Fisher, encargado de la prueba,
colocó una cadena pequeña y pesada en el volante, para simular el peso de la mano de un conductor, y se deslizó hacia el asiento del pasajero delantero sin abrir ninguna de las puertas del vehículo, porque eso desactivaría el piloto automático.
Usando el mismo dial del volante, que controla múltiples funciones además de la velocidad del piloto automático,
Fisher se acercó y pudo acelerar el vehículo desde un punto muerto. Detuvo el vehículo volviendo a marcar la velocidad a cero.
“El automóvil recorría repetidamente el carril de media milla de nuestra pista,
sin notar nunca que nadie estaba en el asiento del conductor, sin notar que nadie tocaba el volante, sin notar que no había peso en el asiento”, dijo Fisher.
De la misma forma añadió que “fue un poco aterrador cuando nos dimos cuenta de lo fácil que era derrotar las salvaguardas, que demostramos que eran claramente insuficientes”.