La ciudad de París dio una muy buena noticia a los habitantes del centro de la urbe, además de los peatones y ciclistas que se desplazan por esta zona, ya que avanza en una nueva normativa que restringirá significativamente el tránsito de automóviles por las calles del casco histórico.
La prohibición fue dada a conocer por la alcaldesa de la Ciudad Luz, Anne Hidalgo, quien dijo que la idea es reducir los altos índices de contaminación y el ruido que actualmente se registran en el centro parisino, creando un área que estará mayoritariamente libre de tráfico y donde se implementarán nuevas ciclovías y paseos peatonales.
Según dijo la autoridad, esta zona cubrirá un área de poco más de ocho kilómetros que serán destinados principalmente para nuevos "árboles, carriles para bicicletas y áreas peatonales".
La normativa, informó Bloomberg, se pondrá en marcha a partir de 2022 y no significa que los automóviles sean erradicados en su totalidad, así como también los vehículos de servicio, ya que se permitirá el acceso motorizado a los residentes de la zona, personas con discapacidades y transporte público.
No obstante, añade el citado medio, las nuevas reglas harían ilegal utilizar las calles de la zona delimitada para ir de un punto a otro de la ciudad.
Esta disposición, indicaron, permitirá reducir alrededor del 55% del tráfico total, sacando más de 100 mil automóviles que diariamente pasan por esta área.
Las autoridades de París se refieren a este tipo de conducción como "viajes a través", y eso es exactamente lo que quiere reducir.
Para hacer cumplir esta nueva prohibición, añade el reporte de Bloomberg, París puede rastrear los automóviles que se mueven por su centro con cámaras automáticas, como las que se usan en otras ciudades europeas como Londres.
La capital francesa quiere alentar a las personas a usar el transporte público en reemplazo del automóvil, sistema que sufrió una fuerte baja tras el estallido de la pandemia. De hecho, en la actualidad el uso del transporte público se ubica en aproximadamente el 60% en comparación a lo que ocurría antes de la pandemia.
La prohibición es un paso audaz para frenar la contaminación y promover un estilo de vida transitable en la ciudad y, por ello, esta normativa es parte de un plan de consulta pública.
No obstante, todo indica que esta iniciativa se hará realidad próximamente, especialmente por los esfuerzos que ha hecho la alcaldesa y su administración, la que ha estado marcada por sus intentos para controlar el agobiante tráfico de la ciudad durante últimos años.