El gigante automotriz General Motors anunció que planea aumentar los envíos de sus vehículos durante las próximas semanas a medida que la presión impuesta por la escasez mundial de semiconductores comience a disminuir.
En ese contexto, el fabricante estadounidense dijo que su plan para enfrentar la crisis global de microchips funcionó mejor de lo esperado y de ahí que aumentará su producción, elevando sus resultados financieros con respecto a los pronósticos anteriores.
La compañía explicó en un comunicado que realizó cambios de ingeniería, priorizó el uso de semiconductores en sus modelos más demandados y logró algunas entregas potenciales en el segundo trimestre.
Este escenario, mejor a lo proyectado por la compañía a inicios de año, permitirá incrementar la producción de sus pick-up de servicio pesado en la planta de Flint (Michigan) en julio próximo en unas mil unidades por mes.
Además, varias fábricas renunciarán a los cierres típicos de las vacaciones de verano para ayudar a recuperar la producción perdida por la escasez mundial de semiconductores.
En ese contexto, el New York Times informó que GM también enviará aproximadamente 30.000 camionetas medianas a los distribuidores que originalmente se ensamblaron sin características electrónicas seleccionadas y se conservaron en la planta de Wentzville (Missouri) hasta que pudieran estar terminadas.
"La escasez global de semiconductores sigue siendo compleja y muy fluida", dijo el vicepresidente de GM para las relaciones laborales y de fabricación en América del Norte, Phil Kienle, en un comunicado.
El ejecutivo añadió que "la demanda de los clientes sigue siendo muy fuerte, y los equipos de ingeniería, cadena de suministro y fabricación de GM han realizado un trabajo extraordinario maximizando la producción de vehículos de alta demanda y con capacidad limitada".
GM ha revelado que podrá aumentar la producción de Chevrolet Silverado y GMC Sierra porque ha encontrado formas de mejorar la eficiencia en la línea de producción de Flint.
Pandemia y semiconductores
La escasez de chips ocurrió porque los fabricantes de automóviles y las empresas de suministro de piezas cerraron fábricas y cancelaron pedidos de chips a principios del año pasado a medida que se propagaba el nuevo coronavirus. Las fábricas regresaron en ocho semanas, más rápido de lo esperado, pero para ese entonces la industria de semiconductores había cambiado la producción a chips para el floreciente mercado de la electrónica de consumo.
El complejo escenario empeoró el 19 de marzo pasado luego que un incendio afectó a las instalaciones de uno de los principales fabricantes japoneses de semiconductores para la industria automotriz.
Así las cosas, la escasez de microchips obligó a la industria automotriz a recortar la producción, lo que limitó la oferta de vehículos nuevos justo cuando la demanda se recupera de la pandemia del coronavirus, provocando escasez y aumentando los precios de los vehículos nuevos. Incluso, el valor de los vehículos usados alcanzó niveles récord.
Renesas, la empresa afectada por el incendio, dijo que la producción ha vuelto al 88% de lo que era antes del incendio. Con la instalación de nuevos equipos, la empresa espera reanudar la producción total a mediados de junio.