Toyota anunció que invertirá 461 millones de dólares en una de sus principales plantas en Estados Unidos para incorporar nueva tecnología, aumentar la flexibilidad de producción y reducir su huella de carbono.
El anunció no incluyó la generación de nuevos empleos en la planta ubicada en Kentucky, pero los ejecutivos de la marca dijeron que 1.400 puestos temporales en la instalación serán convertidos en puestos permanentes en una gestión para mejorar el reclutamiento, retener talento y proveer un ambiente laboral más inclusivo.
Los planes incluyen renovar la fábrica con equipo avanzado de manufactura y tecnologías que aumentarán la velocidad, flexibilidad y competitividad de las instalaciones, dijo la automotriz en una declaración pública.
Toyota añadió que esta inversión además busca expandir la capacidad de la planta para producir nuevos autos eléctricos.
La compañía planea además añadir una línea de motores turbo de 2,4 litros, lo que ayudará en la expansión del rango de vehículos producidos en Norteamérica.
El gobernador de Kentucky Andy Beshear elogió el anuncio y dijo que el estado está ansioso "por ser parte del futuro de electrificación de Toyota".
La planta continuará fabricando el Camry, el Camry Hybrid y el RAV4 Hybrid, pero la producción del Lexus ES y el Lexus ES Hybrid regresará a Japón en el 2024.
El complejo comenzó su transformación en 2017 con una inversión de 1.300 millones de dólares para equipar la instalación con la plataforma Toyota New Global Architecture y una nueva operación de pintura.