Estacionado delante de un cine de la ciudad de San Francisco,
el Clase G fue puesto dentro de una píldora de 12 metros de largo y 3,5 de ancho, como parte de una jugada publicitaria que llamó la atención de los fanáticos de Matrix y Mercedes-Benz.
Veintidós años después, la saga ha vuelto al cine con su cuarta entrega, ‘The Matrix Resurrections’, y con ella llega el Mercedes Clase G. El todoterreno de la firma alemana, aparece como el vehículo que conducen Neo (Keanu Reeves) y Trinity (Carrie-Anne Moss).
El montaje fue un homenaje a una de las escenas clave de Matrix (1999), aquella en que Morfeo (Laurence Fishbourne) ofrece a Neo la posibilidad de elegir entre dos píldoras: una azul que le hará seguir dentro de la simulación de Matrix y una roja que le permitirá escapar.
Como dato curioso, el Mercedes Clase G que estaba dentro de la pastilla no es el mismo que se puede ver en las pantallas. Este es un G 550, que tiene 422 CV, mientras que el exhibido es un AMG G 63, que desarrolla 585 CV, tiene tracción integral, cambio automático y acelera de 0 a 100 km/h en 4,5 segundos.