En una entrevista con Auto Motor und Sport, el director de desarrollo de BMW, Frank Weber, habló sobre los planes de la empresa con respecto a las mecánicas de gasolina y diésel.
Sobre las decisiones de la compañía, Weber mencionó que “creo que los modelos de combustión seguirán siendo necesarios, por lo tanto, la firma seguirá fabricando motores térmicos de última generación, para los modelos nuevos durante unos cuantos años más”.
Para mantenerse al día con las estrictas regulaciones de emisiones y otros factores, la entidad bávara continuará trabajando en su línea de propulsores. Sobre este punto Weber afirmó que, en el futuro llegará una generación de artefactos completamente nueva, con motores de seis y ocho cilindros incluidos.
De acuerdo al director de desarrollo, la automotriz necesitará de motores de combustión de última generación durante algunos años para reducir de manera efectiva las emisiones de CO2 en el sector de automóviles de pasajeros a nivel mundial.
En esa línea, el ejecutivo agregó que, “solo con el motor de seis cilindros, estamos reduciendo las emisiones de CO2 de manera más masiva que con un cambio de generación. Para conciliar los requisitos de emisiones por un lado y los requisitos de rendimiento por el otro, analizamos todo el ciclo de carga y encontramos un enfoque prometedor allí".
Además, Weber dijo que no obligará a sus clientes a elegir entre vehículos de combustión y eléctricos. "El objetivo de la compañía es ofrecer siempre los vehículos más sostenibles e innovadores, independientemente del tipo de conducción", puntualizó.