Con una inversión de más de 20 mil millones de dólares, para la construcción de dos plantas de fabricación de semiconductores en Estado Unidos Intel planea descentralizar la fabricación de esta tecnología para dispositivos electrónicos. La acción financiera de la compañía tecnológica ayudará a incentivar la producción para satisfacer la demanda de estos productos.
La industria automotriz lleva dos años sufriendo un problema tras otro. Tras la crisis provocada por la pandemia de la COVID-19 a principios de 2020, el año pasado toda la atención se centró en la grave crisis de componentes. La falta de semiconductores ha generado que muchas líneas de montaje paralicen su actividad ante la falta de piezas.
En Europa actualmente no hay capacidad productiva para abastecer a la industria, y su dependencia a mercados y países terceros lastra la recuperación. El golpe asestado por Intel supone una nueva piedra en el camino.
En tanto, para Estados Unidos la noticia es monumental. Según el gobernador de Ohio, Mike DeWine "las nuevas instalaciones de Intel serán transformadoras para nuestro estado, creando miles de empleos bien remunerados en Ohio fabricando semiconductores estratégicamente vitales, a menudo llamados ‘chips'. La fabricación avanzada, la investigación y el desarrollo, y el talento son parte del ADN de Ohio, y estamos orgullosos de que los chips, que impulsan el futuro, sean fabricados en Ohio por los habitantes de Ohio".
Para apoyar el desarrollo del nuevo sitio, Intel prometió 100 millones adicionales para asociaciones con instituciones educativas para construir una cartera de talentos y reforzar los programas de investigación en la región.
Pat Gelsinger, CEO de Intel señaló que "las acciones de Intel ayudarán a construir una cadena de suministro más resistente y garantizarán un acceso confiable a semiconductores avanzados en los próximos años. Intel está trayendo la capacidad líderes a los Estados Unidos para fortalecer la industria global de semiconductores”.
En tanto, la planificación de las dos primeras fábricas comenzará de inmediato, y se estima que la construcción comience a fines de 2022. La futura producción se prevé que entre en funcionamiento para el 2025, para esa fecha la fábrica entregará chips utilizando las tecnologías de transistores más avanzadas de la industria y Ohio será el hogar de la primera nueva ubicación de Intel en 40.