Se trata del G-H3, una nueva gasolina que se fabrica a partir del CO2 capturado de la atmósfera o de la biomasa no alimentaria, y que usa electricidad obtenida de fuentes renovables.
El G-H3 también se puede obtener por el principio de metanización extraído de la biomasa que no sirva para la alimentación de personas o animales, como por ejemplo el estiércol o los residuos vegetales de la agricultura. Ya que se trata de un biocarburante puro y de segunda generación, porque no es una mezcla con gasolina derivada del petróleo como ocurre con el E-85.
El nuevo combustible G-H3 sería compatible con los modelos de motor térmico de gasolina, que cumplan la normativa medioambiental europea Euro 3. Pero antes, la compañía tiene que realizar algunas modificaciones mecánicas y dotar el producto de un nuevo módulo electrónico, que transforma los parámetros de la inyección.
Esta solución no solo permite seguir utilizando los automóviles tradicionales y prolongar su vida útil, incluso los haría más eficientes que los actuales eléctricos en cuanto a la huella de carbono. Además, el nuevo combustible aporta otros beneficios, ya que con 40 litros de G-H3 se puede producir electricidad limpia suficiente para que un Renault Zoe pueda recorrer unos 400 kilómetros.
ARM Engineering enumeró otras de las ventajas de la gasolina limpia G-H3. Para empezar, reduce en un 95% los gases de efecto invernadero (CO2), no emite partículas finas ni óxidos de nitrógeno (NOx) y su fabricación no afecta a las plantaciones agrícolas, es líquido. Su uso es sencillo y menos peligroso que el hidrógeno o la propia gasolina tradicional.
Por otra parte, el G-H3 es un carburante asequible, se puede distribuir por la red tradicional de gasolineras y posee un octanaje elevado (superior a 109) que lo hace adecuado para el deporte de competición. Para terminar, contiene más concentración de hidrógeno que el propio hidrógeno licuado, siendo más eficaz a la hora de alimentar las pilas de combustible.
Sobre la compañía
ARM Engineering es una empresa tecnológica ubicada en la localidad de Montans (Francia), que fue creada en 2017 para investigar el campo de nuevos combustibles para los automóviles.
Tras dedicarse inicialmente a la adaptación de los motores de gasolina para funcionar con bioetanol (E85), ahora la compañía francesa se ha centrado en el desarrollo de los combustibles sintéticos y a la investigación de la pila de combustible.