Este jueves en la madrugada Rusia cumplió su amenaza de invadir Ucrania. Las repercusiones de este conflicto geopolítico no se han hecho esperar, más allá de las consecuencias humanas y políticas, diversos mercados de la economía mundial van a percibir los efectos de la crisis, uno de ellos será el ya golpeado mercado automotriz.
La guerra entre Rusia y Ucrania es de gran relevancia en diversos ámbitos sociales, políticos y económicos. Dicho conflicto podría causar graves problemas a la industria automotriz y detener la producción tanto de autos de combustión interna como automóviles eléctricos, y así mismo retrasar la llegada de componentes, extendiendo la escasez de chips semiconductores la cual ya enfrenta un escenario complicado.
Conforme avanza la crisis entre estos dos países la preocupación en el mercado automotor crece, ya que Rusia tiene un peso importante en la producción de materias primas para Europa.
Precio de los combustibles
La primera estocada que este conflicto da a esta industria tiene que ver con los combustibles, pues sin importar si es petróleo, gasolina o gas este enfrentamiento solo acelerará la subida del precio para los tres, valores que venían en constante aumento batiendo récords históricos. En lo que va corrido del 2022 el petróleo y la gasolina en Europa ha ascendido a más del 30%, según señala el diario La Vanguardia.
Datos del Boletín Petrolero de la UE, revelaron que el litro de gasolina ronda un promedio de 1,591 euros en las bencineras de España, un 1% más que hace una semana, mientras que el gas llega a los 1,479 euros (+1,2%). El historial marca cuatro semanas de un alza sostenida que ha batido récords.
Con los precios actuales cargar de bencina el tanque de un auto de 55 litros podría costar más de 87 euros ($79.623 pesos chilenos). En el caso de Países Bajos el valor de la gasolina alcanzó los 2,05 euros el litro, seguido de Dinamarca que cuesta 1,91 euros el litro. En cambio, los países que tienen la gasolina más barata de la región son Bulgaria, con 1,28 euros; y Malta, con 1,34.
Amenaza para los vehículos híbridos y eléctricos
Actualmente, los automóviles son fabricados con diversos materiales que provienen de Rusia, de hecho este país es uno de los principales productores de paladio y aluminio en Europa. Este conflicto armado podría representar un alza en los valores no solo de los vehículos, sino que también en los electrodomésticos.
Un metal clave para los vehículos híbridos y eléctricos es el paladio, Rusia produce al menos un 40% del total de este elemento que en su mayoría es derivada a la industria automotriz, para la fabricación de los catalizadores de los coches, las baterías de automóviles eléctricos e híbridos también.
Lo que sucede con el paladio podría ilustrar el futuro respecto a los metales que se emplean en la fabricación de los automóviles, desde los catalizadores para los autos de motor a combustión hasta las baterías de híbridos y eléctricos. En el caso de este elemento, si Putin recibe sanciones, él podría imponer restricciones de estos materiales y así mismo retrasar la llegada de componentes, extendiendo la escasez de chips semiconductores.
Casas automotrices en Rusia
Distintas compañías del rubro podrían sufrir grandes pérdidas por su presencia en el país euroasiático. Las sanciones impuestas por gran parte de Occidente golpearían a diferentes empresas. En algunas de ellas no sólo será por su participación desde el punto de vista de las ventas en Rusia, sino porque varias compañías producen sus autos en este país, mientras que otras tienen gran parte del paquete accionario de diferentes marcas rusas.
Por el momento los expertos sostienen que la cadena de suministro no se vería afectada por la gran cantidad de componentes de producción local, sumado al financiamiento ruso. Es importante recalcar que este país es una potencia respecto a la producción, un ejemplo de los buenos números es el del grupo Stellantis. Otro fabricante con muchos intereses allí es Renault, que controla AutoVAZ, fabrica allí parte de la producción del Arkana y posee dos plantas en Rusia, un mercado que resulta crucial en su balance.
Volkswagen, Mercedes, BMW y Toyota tienen centros de producción en Rusia y pueden tener problemas especialmente con el suministro de piezas. Se estima que un 25% de las que utilizan estas fábricas proceden de otros países, en caso de haber sanciones podrían verse afectada la cadena producción.