La noticia de la suspensión de actividades en Rusia, fue dada a conocer por el director general de Stellantis, Carlos Tavares, quien declaró que la fábrica de Kaluga (al suroeste de Moscú) deberá cesar sus actividades por una escasez de componentes.
A principios de marzo, el grupo ya había anunciado la suspensión de la importación y exportación hacia y desde Rusia. Su fábrica de Kaluga, de 2.700 empleados, funcionaba al mínimo.
Stellantis contaba con esta planta para producir camionetas Peugeot, Citroën y Opel para el mercado europeo, pero la guerra en Ucrania le obligó a trasladar su producción a unidades en Francia e Inglaterra.
Al respecto, el director general expresó: "Seguimos al pie de la letra las leyes, hacemos todo lo posible por respetar las sanciones, pero necesitamos paz", quien deseó que "la paz vuelva pronto, porque (su) empresa crea bienestar y riqueza".
La mayoría de fabricantes de automóviles suspendieron su producción industrial en Rusia, destinada principalmente al mercado local.