El fabricante de vehículos estadounidense General Motors decidió abandonar definitivamente el mercado ruso debido a la campaña militar que ese país desarrolla en Ucrania y que le ha significado potentes sanciones internacionales.
Según publica el periodico Kommersant, el gigante de la industria automotriz ya informó a sus concesionarios rusos que cesará el suministro de vehículos y también de las piezas de repuestos.
En ese contexto, fuentes del citado diario aseguraron que la compañía despedirá en los próximos días a todos los empleados de sus oficinas en Moscú.
Así las cosas, General Motors es el primer gran consorcio de la industria automovilística mundial que abandona de manera definitiva el mercado ruso.
Hasta ahora, los otros gigantes del sector únicamente habían suspendido provisionalmente sus negocios o detenido sus ventas desde el inicio de la "operación militar especial" rusa en Ucrania el 24 de febrero pasado.
Según añade la publicación referida, GM no compensará a los concesionarios que realizaron grandes inversiones para acomodar a los automóviles estadounidenses Chevrolet y Cadillac en sus salones.
El pasado 11 de marzo EEUU prohibió las exportaciones a Rusia de autos de lujo de la compañía tras considerar como inaceptable la "agresión" rusa a Ucrania.
GM únicamente vendía en Rusia coches de alta gama desde que suspendió la producción en ese mercado en 2015, un año después de la anexión rusa de la península ucraniana de Crimea.
En los primeros tres meses de este año, General Motors vendió en este país 266 Chevrolet y 162 Cadillac.
Stellantis suspende producción en su planta rusa
Por su parte, el grupo Stellantis, considerado el cuarto productor mundial de vehículos, informó que ha decidido suspender la producción en la única fábrica de vehículos que tiene en Rusia.
Según comunicó el conglomerado italo-franco-estadounidense, la decisión se adoptó como resultado de las sanciones aplicadas contra Rusia y las dificultades para aprovisionarse de piezas.
El grupo automovilístico explicó en un comunicado que con esa suspensión de la actividad en la factoría de Kaluga garantiza "el respeto total del conjunto de las sanciones cruzadas" y también protege a sus empleados.
Stellantis había decidido poco después del comienzo de la guerra en Ucrania detener todas las operaciones de exportación y de importación con Rusia.
La suspensión de la actividad en su planta de Kaluga -en la que comparte la propiedad con Mitsubishi, con participaciones del 70 % y del 30 %, respectivamente- es en principio temporal, aunque la empresa no ha ofrecido ningún elemento sobre el futuro.
En esa factoría dedicada al ensamblaje de furgonetas de los modelos Expert de Peugeot, Jumpy de Citroen y Vivaro de Opel trabajaban antes del conflicto 2.700 empleados y el pasado año salieron de sus cadenas de montaje únicamente 11.000 unidades.
Unas cifras que ilustran el papel marginal que tuvo la producción en Rusia para un grupo como Stellantis que el pasado año vendió 6,5 millones de vehículos en todo el mundo.