La fiscalía de la ciudad alemana de Fráncfort ordenó allanar las oficinas del fabricante de vehículos japonés Suzuki en el marco de la investigación abierta ante una eventual manipulación de las emisiones de contaminantes de sus vehículos.
Mediante un comunicado público los fiscales informaron que la empresa nipona es sospechosa de poner en circulación alrededor de 22 mil vehículos -incluyendo sus modelos Swift, Cross y Vitara- equipados con un sistema electrónico ilegal que reduce el registro real de contaminantes.
En las indagatorias el grupo Stellantis y la empresa Marelli son también señaladas como proveedores de estos componentes que están fuera de norma.
El supuesto involucramiento de Stellantis se originó con motores suministrados por Fiat Chrysler Automobiles (FCA), que se fusionó con la francesa PSA para formar el nuevo grupo.
Los motores fueron considerados "no acordes con las normas" europeas de emisiones. Marelli, a su vez, fue acusada de aportar el software de los motores.
Los investigadores allanaron sitios en Alemania, Italia y Hungría para "asegurar elementos de prueba, en particular datos de comunicaciones, software y documentos de planeamiento".
El ministerio japonés de Transporte dijo en 2018 que Suzuki Motor, Mazda y Yamaha admitieron usar datos falsos de emisiones para algunos de sus vehículos.
El escrutinio sobre los autos a diésel y sus emisiones se intensificó después de que el gigante alemán Volkswagen admitió haber manipulado millones de vehículos a diésel para falsear las pruebas de emisiones.