El fabricante de autos de lujo Mercedes-Benz estudia nuevas opciones energéticas para hacer operar sus plantas en Alemania en caso que Rusia decida cortar sus entregas de gas como parte de las repercusiones que ha generado su incursión militar en Ucrania.
En ese sentido, se informó además que la empresa ha estrechado su colaboración con las autoridades gubernamentales alemanas para garantizar el suministro de energía que permita mantener las operaciones.
"Todas las empresas están buscando opciones para diversificar las fuentes de energía", dijo el presidente ejecutivo de Mercedes-Benz Ola Kaellenius a la agencia Reuters.
"Todavía es demasiado pronto para decir exactamente qué escenario sucederá, pero, por supuesto, estamos analizando esto detenidamente", agregó el ejecutivo.
Gazprom de Rusia ya cortó el suministro de gas a Polonia y Bulgaria durante la semana pasada y ha amenazado con hacer lo mismo con otros países de Europa como respuesta de Moscú a las sanciones occidentales impuestas por la invasión de Ucrania.
Pese a la amenaza del Kremlin, Alemania no se ha visto afectada -hasta ahora- pese a su apoyo a las sanciones y su aumento en el respaldo militar a las fuerzas ucranianas.
El director financiero de Mercedes, Harald Wilhelm, explicó hace unos días que usan gas como fuente energética en varias instalaciones, como los talleres de pintura de la marca que son calentados en su integridad con este combustible.
Un análisis presentado por la agencia Reuters muestra que más de la mitad de la energía consumida por los fabricantes de automóviles de Alemania provino de combustibles fósiles, y la mayor parte del gas natural.