Un 24 % de los conductores estadounidenses dijeron que es muy probable que consideren la compra de un vehículo eléctrico la próxima vez que tengan que acudir a un concesionario, cuatro puntos más que hace un año, según un estudio dado a conocer por la firma J.D. Power.
En el reporte se indica que la llegada a los concesionarios de vehículos eléctricos producidos por fabricantes bien conocidos por los consumidores, como Ford o General Motors, está contribuyendo a eliminar el escepticismo y ansiedad de los conductores.
A ello se suman otros factores como una naciente y competitiva producción de pick-up y todoterrenos SUV eléctricos, los dos segmentos más populares en Estados Unidos, y los elevados precios de la gasolina.
Pese a esto, añade el estudio, aún existen numerosos obstáculos para que se produzca una rápida adopción masiva de los vehículos eléctricos.
El principal problema para abandonar los vehículos con motores de combustión es que gran parte del público estadounidense no ha tenido ninguna experiencia con esta clase de ejemplares y de ahí sus recelos al momento de enfrentar una posibilidad de cambio.
De hecho, de las personas entrevistadas para el estudio, sólo un 11% de los que nunca han tenido contacto con un vehículo eléctrico dijeron que es muy probable que consideren la compra de un ejemplar de estas características.
La cifra aumenta al 24% entre aquellos que han sido pasajeros en un vehículo eléctrico y asciende al 34% cuando tuvieron la oportunidad de conducir un coche cero emisiones.
Entre las personas que ya poseen un vehículo eléctrico, casi la mitad afirma que es muy probable que consideren otro automóvil similar para reemplazar el que tienen ahora.
En tanto, la falta de infraestructura de carga es la principal razón que tienen quieres se rehusan a dejar de lado los ejemplares con motores convencionales.