Israel está considerado entre los países con mayores problemas de congestión vehicular en el mundo, pero eso podría cambiar en un futuro cercano gracias al uso de Inteligencia Artificial y sus algoritmos que se presentan como una herramienta de relevancia para regular eficientemente el desplazamiento en las grandes urbes.
Así al menos lo propuso la empresa Intelligent traffic control (ITC) a las autoridades de ese país durante el Salón de movilidad "EcoMotion" que se realizó recientemente en Tel-Aviv.
ITC desarrolla un programa capaz de almacenar datos en tiempo real a partir de cámaras de vigilancia a lo largo de las calles y manipular los semáforos en función de los flujos de la circulación.
"Llegamos a probar matemáticamente que muchos atascos pueden ser evitados, si se interviene a tiempo", explica Dvir Kenig, encargado de tecnologías en esta empresa, que cita un descenso del 30% de la congestión en dos rotondas donde el sistema fue implementado.
La empresa afirma que mediante el uso de esta tecnología se pueden evitar los graves problemas atochamientos que se registran en las ciudades y que estadísticamente implican que un conductor promedio pierda tres días al año en los atascos, los que además son responsables de altas emisiones de gases de efecto invernadero.
"Los atascos (en Israel) son de los peores" que se observan en los países de la OCDE, según un informe de esta organización publicado en 2021.
Según Meir Arnon, fundador del salón "EcoMotion”, el creciente interés mundial por la movilidad inteligente ha permitido a Israel -que se presenta como una "start-up nation" gracias a su prolífico sector de alta tecnología- convertirse en un actor del sector del automóvil, pese a que el país no produce vehículos.
"Los automóviles han cambiado" dijo el ejecutivo a la agencia AFP. "Antes, estaban compuestos por metal, ruedas y una radio, pero hoy esas cosas ya no cuentan".
"Lo que hoy distingue a los fabricantes de vehículos es la experiencia al volante (...), la capacidad del automóvil a adaptarse al conductor", asegura.
Según él, los sistemas tecnológicos desarrollados por el ejército y el sector privado de la defensa en Israel, sobre todo en los ámbitos de la vigilancia, de las comunicaciones y de los sensores, son esenciales para los fabricantes de automóviles.
Con más de 600 start-ups en las altas tecnologías -justo detrás de la Silicon Valley- Israel se ha convertido en "un polo" en materia de movilidad inteligente, afirma Arnon, quien destaca que 35 empresas automotoras internacionales están presentes en Israel, entre ellas el gigante norteamericano General Motors (GM).
"El futuro de los vehículos reside en el exterior de ellos: en la 'nube' (cloud), en nuestros teléfonos" dice Gil Golan, jefe del centro técnico de GM en Israel, país que describe como un terreno fértil para la "innovación".
Rider Dome, otra empresa presente en el salón EcoMotion de Tel-Aviv, se especializa en la seguridad vial: sus cámaras instaladas delante y detrás de las motocicletas utilizan la inteligencia artificial para advertir a sus conductores de los riesgos en torno a ellos.
Inversión para el futuro
No obstante, indican los expertos, si Israel quiere mantener un lugar relevante en la alta tecnología del automóvil, tendrá que invertir en ingeniería y educación. Así lo planteó Lisya Bahar Manoah, del gabinete Catalyst Investments.
"Israel debe reflexionar ahora en tener más ingenieros que apoyen el sector de las start-ups. Debemos ajustar en consecuencia nuestro sistema escolar" afirmó.
Según el último informe anual de la Autoridad israelí de la innovación, el sector de la alta tecnología, que emplea 10% de la mano de obra nacional y representa cerca de la mitad de las exportaciones del país, está declinando, pues el Estado hebreo registra un descenso continuo de creaciones de start-ups desde hace dos años.