El Reino Unido corre el riesgo de quedarse atrás en la carrera por establecer una industria competitiva de automóviles eléctricos si no es capaz de instalar más fábricas de baterías, medida que, a juicio de los analistas, debe implementar en el más breve plazo.
Un reporte de la agencia Reuters indica que los ambiciosos planes de los fabricantes de automóviles para ampliar su producción de vehículos eléctricos (EV) que funcionan con baterías de iones de litio y un cambio inminente en las reglas comerciales posteriores al Brexit limitarán las opciones para importar celdas de energía más baratas.
En ese contexto, se plantea que de no existir nuevos complejos que generen baterías para vehículos eléctricos en el Reino Unido se corre el riesgo que los fabricantes de automóviles se vayan, afectando la industria local que en la actualidad emplea a unas 170 mil personas.
"No se trata solo de levantar megafábricas, sino que de implementar toda la infraestructura", dijo Jim O'Boyle, concejal de la ciudad de Coventry, en el centro de Inglaterra.
Añadió que la urbe ya aprobó un extenso paño de tierra para que se instale una planta potencial, pero aún tiene que encontrar un inversionista. “Si no lo hacemos bien, podríamos perderlo todo”, agregó.
El gobierno ha asignado hasta 1.000 millones de libras (1.200 millones de dólares) para respaldar la cadena de suministro de baterías para vehículos eléctricos de Gran Bretaña.
Analistas del sector automotriz, agrega el reporte de Reuters, predicen que el país necesita de cuatro a seis grandes plantas de baterías para mantener una industria automotriz saludable.
No obstante, en la actualidad solo tienen operativa una pequeña planta de Nissan de 1,9 gigavatios-hora (GWh) en Sunderland, al noreste de Inglaterra, y hay planes para levantar otros dos complejos más grandes. Por su parte, la startup Britishvolt está construyendo una planta de 38 GWh en la localidad de Blyth, en el norte de Inglaterra.
Al respecto, un portavoz del Departamento de Negocios, Energía e Industria del Reino Unido se mostró más optimista y aseguró que "estamos bien encaminados para lograr la cantidad de gigavatios hora necesarios para albergar una industria de vehículos eléctricos competitiva a nivel mundial”.
Pese a ello, añadió, se trabaja activamente “para asegurar más inversiones".
Los investigadores de Benchmark Mineral Intelligence prevén que Gran Bretaña necesitará al menos 175 GWh de capacidad de batería para 2035 para suministrar alrededor de 3 millones de vehículos eléctricos.
El desafío no es menor si se considera que actualmente se proyecta que Gran Bretaña alcanzará los 56,9 GWh para 2030, frente a los 821,3 GWh del resto de Europa.
Sus pronósticos muestran que Gran Bretaña va a la zaga de Alemania, cuyas siete plantas planeadas tendrán casi siete veces la capacidad del Reino Unido para 2031, así como de Francia, Hungría, Suecia, Polonia y Noruega, cada una con más capacidad de producción.