En los mercados automotrices desarrollados -como el de Estados Unidos, Europa y ahora último China- los vehículos que se lanzan tienen en promedio seis o siete años de vigencia hasta que se presenta una nueva generación con funciones actualizadas, más desarrollo y cambios en sus diseños. Ese periodo se recorta a la mitad cuando se trata de los llamados "facelift".
No obstante, hay algunas raras excepciones como el Tesla Model S, ejemplar que cumple 10 años desde que las primeras unidades salieron de la línea de producción en la planta de Fremont.
El sedán debutó el 22 de junio de 2012 y se transformó en el primer auto 100% eléctrico de producción masiva de Tesla, dando el puntapié inicial a una nueva era en la compañía.
En esta década de existencia el ejemplar ha sufrido una serie de actualizaciones, cambios de diseño interno y algunas mejoras que han repercutido en su rendimiento y confort.
En esa línea, un reporte del sitio Motor1.com plantea que si bien el Model S de la actualidad no es el mismo que se presentó hace 10 años, sigue siendo el mismo auto en términos de plataforma, estructura principal y diseño exterior.
El lanzamiento de una nueva generación implica necesariamente cambios en esas tres áreas y todo apunta, agrega el artículo, que Tesla no tiene previsto hacer grandes anuncios en torno al Model S, algo que podría hacerle perder terreno en comparación a la competencia.
Tan solo en la última década, como ejemplo, ha habido al menos dos generaciones de los Mercedes-Benz CLS y Clase E, el Audi A6 y el BMW Serie 5.
La pregunta es por qué Tesla tarda tanto en sacar un Model S totalmente nuevo y, al parecer, la respuesta está en los problemas de producción que ha enfrentado la compañía los últimos años tras el estallido de la pandemia.
No obstante, agrega el reporte de Motor1.com, el Model S está envejeciendo y tiene más competencia que nunca. De hecho, en 2021 Porsche casi duplicó las ventas mundiales del Model S con el Taycan.
En China el escenario no es mejor para la berlina de Tesla donde su competidor más directo, el BYD Han, vendió 79 mil unidades el año pasado, cuatro veces más que el ejemplar estadounidense.