Esta semana el Parlamento Europeo aprobó la norma que prohíbe la venta de vehículos a combustión interna a partir de 2035. Pese a que fue calificado como un objetivo ambicioso, el gigante alemán Volkswagen apoyó la iniciativa y dijo que es un paso exigible y alcanzable.
"El giro hacia la electromovilidad es irreversible. Es la única forma ecológica, tecnológica y económicamente sensata de reemplazar los motores de combustión lo más rápido posible", añadió el conglomerado con sede en Wolfsburgo.
Si bien el Grupo Volkswagen se ha embarcado en una ambiciosa transición hacia la electromovilidad para liderar el mercado, no se ha querido comprometer con una fecha específica para terminar con la producción de los motores convencionales, ya que -explicaron- las condiciones de demanda son muy diferentes entre los distintos mercados.
No obstante, la transición hacia la electromovilidad es un camino que varias marcas del grupo ya han iniciado a fin de eliminar gradualmente la tecnología de gasolina y diésel hasta dejar de desarrollar nuevas generaciones de motores.
Volkswagen tiene la intención de ampliar su gama de vehículos eléctricos e híbridos en los próximos años, pese a ello no van lo suficientemente rápido para algunas organizaciones ambientalistas.
"Ahora es importante que los objetivos políticos también estén respaldados por medidas políticas apropiadas en todos los estados miembros. Esto incluye un suministro adecuado de celdas de batería, una expansión mucho más rápida de la infraestructura de carga y una transición energética acelerada", dijeron desde la empresa.
Otro de los grandes que se suman a los esfuerzos aprobados por el Parlamento Europeo fue Mercedes-Benz, empresa que respaldó la medida que busca detener el acelerado calentamiento global.
"Para 2030, estamos listos para convertirnos en completamente eléctricos siempre que las condiciones del mercado lo permitan", dijo el jefe del departamento de relaciones externas del grupo, Eckart von Klaeden.
"En principio, damos la bienvenida a la decisión (...) La decisión obliga a los políticos a proporcionar la infraestructura necesaria. El factor decisivo para el éxito de la protección climática en el transporte es la aceptación de las nuevas y no la prohibición de las tecnologías tradicionales", añadió von Klaeden.