En mayo pasado los representantes del fabricante alemán Volkswagen en Brasil fueron citados por la fiscalía de ese país a una audiencia administrativa que se llevó a cabo el pasado martes para discutir la documentación recopilada por el sacerdote Ricardo Rezende y un equipo del Ministerio del Trabajo en torno al trato inhumano que la empresa habría dado, entre 1974 y 1986, a los trabajadores contratados a través de agencias externas y que se encontraban en una finca que la marca poseía en la región amazónica.
Tras conocer las acusaciones los abogados del conglomerado alemán pidieron más tiempo para analizar la documentación recopilada y se comprometieron a cooperar con las indagatorias.
A raíz de eso, el Ministerio Público del Trabajo en Brasil programó una segunda reunión con el fabricante de autos para el 29 de septiembre próximo, según informó la agencia Reuters que tuvo acceso a los documentos.
En el acta, añade el reporte, los abogados que representan al fabricante de autos dijeron en la audiencia que la compañía necesitaba más tiempo para analizar la documentación, dado que estaba tratando el caso de manera seria y comprometida.
Los primeros antecedentes sobre los hechos investigados fueron recibidos por la autoridad brasileña en 2019 gracias a informes y testimonios de personas que trabajaban en la finca.
Tras analizar estos antecedentes, el ministerio investigó de forma independiente las denuncias, recopilando sus propios testimonios de trabajadores que aún están vivos, según el acta de la reunión del 14 de junio.
"Los relatos son muy fuertes, describen situaciones de violencia intensa y prolongada, de carácter muy grave... las situaciones que se describen son algunas de las más graves que ha conocido el Ministerio del Trabajo en relación con la esclavitud moderna", dice el acta.
Ejemplos de situaciones reportadas en los testimonios incluyen enfermedades reiteradas de malaria entre los trabajadores, pésimas condiciones de alojamiento, sistemas de endeudamiento y trato diferenciado a los trabajadores en la casa matriz.
Volkswagen no estuvo disponible de inmediato para hacer comentarios, añadió la agencia Reuters.