Los reguladores del sector automovilístico de Estados Unidos estudian exigir a los fabricantes de vehículos presentes en su mercado que modifiquen los EDR (Event Data Recorder) de sus ejemplares, también conocidos como cajas negras, para que recojan más datos en caso de accidentes.
La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA) propuso que los EDR guarden los 20 segundos de datos previos al choque a una tasa de frecuencia más alta para ayudar a comprender mejor las acciones que conducen a un choque.
Actualmente, la NHTSA exige solo cinco segundos de datos previos a la colisión a un ritmo de recogida más lento para los vehículos con EDR.
La agencia había estudiado la adopción de la normativa durante más de tres años, tal y como exigía el Congreso en virtud de una ley de 2015. Se suponía que la NHTSA debía haber finalizado las nuevas normas de recogida de datos para 2020, decisión que se postergó hasta ahora.
Los datos de las cajas negras son una herramienta clave para las investigaciones de la NHTSA, incluidas las colisiones en las que se sospecha que los sistemas avanzados de asistencia al conductor son un factor.
La NHTSA afirma que los datos proporcionan una "instantánea completa" de las acciones del conductor antes de un accidente y pueden ayudar a "mejorar los futuros diseños de los vehículos y las regulaciones de seguridad más eficaces".
En 2010 el organismo fiscalizador pudo descubrir, gracias a los datos del EDR, las causas abiertas por la aceleración involuntaria de vehículos Toyota.
En 2019, bajo el mandato del ex presidente Donald Trump, la NHTSA retiró una propuesta de 2012 para exigir los EDR en todos los coches nuevos porque dijo que los fabricantes de automóviles habían instalado voluntariamente los dispositivos en casi todos los vehículos.
En 2006, la NHTSA exigió a los fabricantes de automóviles que instalaran los EDR que recopilaran ciertos datos, como la velocidad del vehículo, las fuerzas de choque en el momento del impacto, si se desplegó un airbag o si se aplicaron los frenos en los momentos previos al choque y si se abrocharon los cinturones de seguridad.
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte recomendó en 2004 que los EDR fueran obligatorios en todos los vehículos después de un accidente en California en el que murieron nueve personas.
La NHTSA estima que el 99,5% de los vehículos nuevos disponen de EDR. Las nuevas normas entrarían en vigor no antes de septiembre de 2023.
La agencia señaló que al menos un fabricante de automóviles -Honda- está recopilando voluntariamente datos del EDR sobre el estado y el funcionamiento de los sistemas avanzados de asistencia al conductor.