El estado de Georgia y los gobiernos locales otorgarán 1.800 millones de dólares en exenciones fiscales y otros incentivos a Hyundai Motor Group a cambio de que el fabricante de automóviles surcoreano construya cerca de la ciudad costera de Savannah su primera planta de vehículos eléctricos en Estados Unidos, según se indica en un acuerdo firmado entre ambas partes.
En el acuerdo se estipula además que Hyundai debe invertir 5.500 millones de dólares en su planta y generar unos 8100 nuevos puestos de trabajo, directos e indirectos.
El acuerdo de desarrollo económico fue calificado como el más grande en la historia del estado y se produce pocos meses después de que Georgia suscribió una alianza con Rivian para que esta también levante una factoría en su territorio.
"Estos proyectos generacionales no sólo solidifican nuestro lugar a la vanguardia de la transición EV, sino que también aseguran que miles de georgianos en todo el estado se beneficien de los trabajos del futuro", dijo Pat Wilson, comisionado de desarrollo económico del estado, en una declaración.
Los ejecutivos de Hyundai y el gobernador Brian Kemp anunciaron el acuerdo en mayo con un brindis con champán durante su visita al predio de 1170 hectáreas donde se levantará la fábrica, específicamente en el condado de Bryan, al oeste de Savannah.
Hyundai planea comenzar la construcción de la planta el próximo año y comenzar a producir hasta 300 mil vehículos por año en 2025. La nueva fábrica también producirá baterías para vehículos.
Las autoridades de Georgia insisten en que es una inversión que vale la pena. Wilson dijo que se espera que la nómina de Hyundai en la nueva planta alcance los 4.700 millones de dólares en 10 años. Se espera que los proveedores de repuestos creen miles de empleos adicionales en el estado.
Los 1.800 millones de dólares en incentivos son fácilmente el paquete de subsidios más grande que un estado de EE.UU. jamás haya prometido para una planta automotriz, dijo Greg LeRoy, director ejecutivo Good Jobs First, un grupo escéptico sobre los subsidios a empresas privadas.
"Eso es intrínsecamente muy arriesgado", dijo LeRoy, "porque estás apostando una gran cantidad en una empresa y una instalación", sentenció.
