Los estruendosos "muscle cars" a gasolina, que han sido parte fundamental de la cultura motor estadounidense, están condenados a desaparecer en un futuro cercano a medida que comiencen a ser reemplazados por ejemplares de alta velocidad pero impulsados con baterías eléctricas.
La marca Dodge, del grupo Stellantis, dio un paso trascendental en esta transición al presentar no solo su primer SUV cero emisiones, el Dodge Hornet 2023, sino también el prototipo 100% eléctrico Charger Daytona SRT.
Este último ofrece una mirada más precisa de cómo serán los futuros muscle cars cero emisiones de la marca y cuya primera versión debería llegar en 2024.
En tanto el Hornet R/T es un SUV compacto que presume con ser el primer ejemplar de la marca con tecnología eléctrica. Si bien solo es un sistema híbrido, significa el primer paso de la marca en ese camino.
Este ejemplar cuenta con un motor turboalimentado de 1.3 litros para las ruedas delanteras y agrega un motor eléctrico de 90 kW que impulsa la parte trasera para la tracción total. La potencia combinada es de 285 hp y, en modo solo eléctrico, el Hornet R/T puede viajar alrededor de 56 km con una carga completa.
Stellenatis ya informó que la marca dejará de producir las versiones a gasolina del Dodge Challenger y el Dodge Charger, así como el Chrysler 300, para finales del próximo año.
Además, la fábrica canadiense en donde se ensamblan estos ejemplares será reconvertida para producir vehículos de nueva generación.
Otros grandes de la industria estadounidense también están tomando este camino. Es el caso de General Motors que ya anunció un Chevrolet Corvette totalmente eléctrico.
Tesla afirma que su versión Model S Plaid es el vehículo de producción más veloz, capaz de ir de 0 a 100 km/h (60 mph) en menos de dos segundos. Audi, Mercedes, Porsche y otras automotrices europeas ya tienen a la venta modelos eléctricos de alto rendimiento. Y Polestar, una marca eléctrica derivada de Volvo, recién anunció un nuevo Polestar 6 roadster para 2026.