El Estado de California (EE.UU.) anunció que invertirá 2.400 millones de dólares en incentivos para vehículos cero emisiones, infraestructura de recarga y divulgación pública de estas nuevas tecnologías de transporte, tras aprobar un paquete de leyes medioambientales que establece, entre otros puntos, que para 2035 se prohibirá la venta de automóviles nuevos con motores de combustión.
La idea, indicaron, es que esta transición sea escalonada y marque la pauta para el resto de los estados del país del norte y acelere la transición de los fabricantes automotrices locales.
"Acelerar rápidamente el número de vehículos cero emisiones en nuestras carreteras y autopistas reducirá sustancialmente las emisiones y la contaminación para todos los californianos, especialmente para aquellos que viven cerca de las carreteras y sufren de contaminación del aire constante", dijo en un comunicado la presidenta de la agencia de calidad del aire de California, Liane Randolph.
La medida fue celebrada por ambientalistas, que esperan que pueda impulsar a otras regiones de Estados Unidos a adoptar rápidamente los vehículos eléctricos.
Las normas, anunciadas por la Junta Estatal de Recursos Atmosféricos, establecen una transición escalonada hacia los automóviles para llegar a 2035 con la venta exclusiva de unidades no contaminantes.
"El plazo es ambicioso pero alcanzable: para el momento en que un niño nacido este año esté listo para entrar a la secundaria, solo vehículos cero emisiones o un número limitado de híbridos enchufables (PHEV) nuevos estarán a la venta en California", precisó el comunicado de la agencia.
La directiva, a la que se le encomendó la tarea de encontrar una forma de implementar la orden del gobernador Gavin Newsom para la transición del sector automovilístico del estado, dijo que los beneficios ambientales y de salud serían significativos.
"Para 2037, la regulación aportará un 25% en la reducción de la contaminación causante del smog proveniente de los vehículos ligeros (...) Esto beneficia a todos los californianos, pero especialmente a las comunidades del estado más aquejadas ambiental y económicamente a lo largo de autopistas y otras vías muy transitadas", añade el comunicado.
California es el mercado automovilístico más grande de Estados Unidos, por lo que se espera que estas normas sean un incentivo más para que los fabricantes locales aceleren su transición hacia vehículos menos contaminantes.
La decisión del jueves le sigue a una ley climática firmada por el presidente Joe Biden la semana pasada, que dispone cientos de millones de dólares en incentivos para programas de energía limpia.
Biden y su Partido Demócrata se apresuran así a recuperar el terreno en política climática que consideran que se perdió bajo la administración de su antecesor Donald Trump, quien sacó a Estados Unidos del Acuerdo de París y revirtió lo que ambientalistas califican como un proceso ya débil en la reducción de emisiones de combustibles fósiles.