El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que planea asistir al Salón del Automóvil de Detroit programado para finales de mes, visita que fue calificada como una nueva muestra del compromiso de su administración con la industria motor local y que se ha traducido en una fuerte inversión para avanzar en la fabricación de vehículos eléctricos y baterías de última generación.
“Estaré allí. Soy un hombre de autos, como habrán notado”, dijo Biden en un reciente evento. El Departamento de Comercio otorgó el viernes pasado poco más de 52 millones de dólares a un programa regional de Detroit llamado "Epicentro global de la movilidad" para ayudar a la transición del sector automotriz de Michigan a los vehículos cero emisiones y autónomos.
El Departamento de Comercio dijo que, a pesar de más de los más de 5 mil millones de dólares en inversión privada, las "perspectivas de la región de Detroit están amenazadas por la creciente competencia global en el mercado de vehículos eléctricos y autónomos, por el rápido ritmo de innovación en nuevas soluciones de movilidad y por una fuerza laboral que envejece y necesita capacitación continua. mantenerse al día con los nuevos productos y tecnologías".
La Casa Blanca ha anunciado una serie de importantes inversiones de fabricantes de automóviles estadounidenses y extranjeros para construir nuevas plantas de baterías y vehículos eléctricos en Estados Unidos.
El Auto Show de Detroit de este mes será la primera vez que se realice el evento desde 2019. Se espera que el espectáculo, abierto al público del 17 al 25 de septiembre, se centre en el cambio a los vehículos eléctricos.
Biden quiere que al menos el 50% de los vehículos nuevos vendidos para 2030 sean eléctricos o híbridos eléctricos enchufables.
Cuando se desempeñó como vicepresidente en la administración de Obama, Biden asistió al Salón del Automóvil de Detroit y fue un firme defensor de los rescates de 2008-2009 de GM y Chrysler, que ahora forman parte de Stellantis.
Los fabricantes de baterías para vehículos eléctricos buscan aumentar la producción en EE.UU. a medida que el país implementa una regulación más estricta y ajusta la elegibilidad para créditos fiscales.
La japonesa Honda Motor informó la pasada semana que construirá una nueva planta de baterías de iones de litio de 4.400 millones de dólares para vehículos eléctricos en Estados Unidos con el proveedor coreano de baterías LG Energy Solution.
Toyota Motor hizo lo propio al anunciar que aumentará su inversión planificada en una nueva planta de baterías en EE.UU. de poco más de 1.000 millones a casi 3.800 millones de dólares, en parte en respuesta a la creciente demanda de vehículos eléctricos por parte de los consumidores.
General Motors y LG Energy Solution están también avanzados en esa línea y pusieron en marcha la producción en su planta de baterías administrada por una empresa conjunta instalada en Ohio y confirmaron planes para levantar una cuarta planta donde invertirán unos 2.400 millones de dólares.
