El fabricante de vehículos japonés Mazda comenzó a incluir un sistema de reconocimiento facial y otras avanzadas tecnologías en sus modelos, las que permiten “ajustar” el vehículo a las características físicas del conductor para maximizar su comodidad y la seguridad durante el trayecto.
El equipo de Arquitectura Eléctrica de la división de Desarrollo de Sistemas de Control Integrados de Mazda, dirigido por Nobuaki Tabata, determinó que la gran mayoría de los conductores no sabe hacer los ajustes necesarios para conseguir una posición de conducción óptima cuando se sube a un vehículo. De hecho, en el estudio se determinó que solo un 40% de las personas que se ponen detrás de un volante se sientan correctamente antes de iniciar la marcha.
Para evitar estas malas prácticas, el fabricante japonés desarrolló un sistema que reconoce a cada conductor y configura automáticamente la posición del asiento, el volante, los retrovisores y la pantalla Head-Up Display para maximizar el confort y la seguridad.
El sistema utiliza una cámara orientada hacia el conductor y tecnología de estimación de la complexión física. En cuanto el conductor introduce su altura manualmente con el mando HMI (solo en la primera configuración), el sistema calcula la mejor postura para esa persona basándose en la posición de los ojos, y aplica los ajustes necesarios.
El conductor puede modificar los ajustes si lo desea. Además, cuando se apaga el motor y se desabrocha el cinturón de seguridad, el asiento y el volante se reajustan automáticamente para facilitar la salida del coche.