El gigante de la industria automotriz estadounidense General Motors anunció que invertirá poco más de 490 millones de dólares en sus instalaciones en Marion, estado de Indiana, donde se producen autopartes de acero y aluminio para los vehículos del conglomerado.
Parte de esos recursos, añadió la empresa, se destinarán a la adquisición e instalación de dos nuevas líneas de prensado, así como para la renovación y mejora de los equipos actuales.
El vicepresidente ejecutivo de Producción Global y Sostenibilidad de la empresa, Gerald Johnson, apuntó que esta inyección económica servirá para que estas instalaciones estén además operativas a un 100% para enfrentar el futuro eléctrico de General Motors.
La factoría de Marion comenzó operaciones para el gigante automotriz en 1956 y en la actualidad da trabajo a unas 750 personas y las piezas que producen se destinan a distintos modelos de las marcas Chevrolet, Buick, GMC y Cadillac.
La crisis generada por la escasez mundial de microchips, llevó a los grandes fabricantes automotrices, especialmente estadounidenses, a tomar acciones para reducir al máximo su dependencia con proveedores asiáticos potenciando la producción local de estos y otros componentes, política que ha sido apoyada e impulsada por la administración Biden.