El CEO del grupo automotriz Stellantis, Carlos Tavares, aprovechó su intervención en el Salón del Automóvil de París para solicitar a la Unión Europea generar espacios de conversación para reconsiderar la decisión adoptada por el bloque en cuanto a prohibir la venta de vehículos nuevos con motores de combustión interna a partir de 2035 y suavizar la actual hoja de ruta.
A juicio del ejecutivo, continuar con esta acelerada transición a los vehículos cero emisiones (eléctricos e hidrógeno) podría generar inesperadas repercusiones en el plano social.
En ese contexto, Tavares abogó por suavizar la hoja de ruta impuesta por la Comisión Europea bajo la premisa de evitar que las clases medias del bloque se vean afectadas por esta imposición. Es más, para el CEO de Stellantis, el coche híbrido debe desempeñar un papel protagonista en todo este proceso que se ha iniciado.
“Es esencial”, dijo Tavares al ser preguntado sobre si era necesario debatir sobre la prohibición de los coches térmicos de gasolina y diésel.
Ante la pregunta, el CEO de Stellantis fue más allá y advirtió que las autoridades europeas se pueden encontrar ante graves problemas sociales derivados de dicha decisión.
“La decisión dogmática que se tomó de prohibir la venta de coches térmicos en 2035 tiene consecuencias sociales que no son manejables”, añadió Tavares.