El gigante surcoreano de la industria automotriz Hyundai Motor inició este marte la construcción de su nueva planta de vehículos eléctricos y baterías en Estados Unidos, proyecto que se suma a los esfuerzos de la compañía por afianzar su presencia en ese importante mercado y generar las condiciones para que sus cero emisiones se puedan ver beneficiados con los subsidios estatales que se comenzarán a entregar solo a los vehículos eléctricos de fabricación estadounidense.
Las obras de estas nuevas instalaciones, que se levantan en el condado de Bryan, tendrán un costo estimado en 5.540 millones de dólares y ha sido definida como la inversión más grande alguna vez anunciada en el estado de Georgia.
Hyundai informó que según sus proyecciones la nueva planta debería iniciar la producción comercial de los cero emisiones a partir de la primera mitad de 2025, con una capacidad anual de producción cifrada en unas 300 mil unidades.
El gobernador de Georgia, Brian Kemp, republicano, y los dos senadores estadounidenses del estado, Jon Ossoff y Raphael Warnock, ambos demócratas, asistieron al evento y elogiaron la inversión que eventualmente creará poco más de 8 mil plazas laborales nuevas.
Kemp dijo que, desde 2020, Georgia ha anunciado 30 proyectos relacionados con la movilidad eléctrica que, en última instancia, darán como resultado una inversión total de 13 mil millones de dólares, generando casi 19 mil nuevos puestos de trabajo. En diciembre, el fabricante de vehículos eléctricos Rivian Automotive Inc anunció que invertiría 5 mil millones en el estado.
La inauguración de obras de Hyundai se produce en medio de la ira de Corea y la Unión Europea por la política fiscal de EE.UU. sobre vehículos eléctricos y que ha sido denominada “Made in USA”.