Un estudio dado a conocer en Estados Unidos reveló que el freno automático de emergencia y el aviso de impacto frontal, dos sistemas de asistencia al conductor con los que están equipados cada vez más vehículos, reducen a la mitad los choques por alcance.
El estudio es el primero de estas características en el sector y fue realizado por la Asociación para la Investigación Analítica en Seguridad Vial (PARTS, por sus siglas en inglés), un organismo del que forman parte el Departamento de Transporte de Estados Unidos y fabricantes de automóviles.
Para el estudio se utilizaron los datos recogidos por Honda, General Motors, Mazda, Mitsubishi, Nissan, Stellantis, Subaru y Toyota de 47 millones de vehículos de los años 2015 a 2020.
Estos datos fueron cotejados con 12 millones de registros policiales de accidentes de 13 estados proporcionados por la Administración Nacional para la Seguridad en la Carretera (NHTSA) del Departamento de Transporte.
Los resultados indican que en aquellos vehículos equipados con aviso de impacto frontal (AIF) y freno automático de emergencia (FAE), los choques por alcance se redujeron en un 49% en comparación con los automóviles sin estos sistemas. Y el número de lesiones se redujeron un 53%.
Cuando los vehículos estaban equipados sólo con AIF, los impactos por alcance se redujeron en un 16% y el número de lesiones en un 19%.
Un choque por alcance se produce cuando un vehículo impacta contra la parte trasera de otro automóvil que viaja en la misma dirección.
Según los resultados dados a conocer, además de reducir a la mitad los choques por alcance, los frenos automáticos de emergencia tienen una gran efectividad en todo tipo de condiciones, ya sea mala meteorología o visibilidad reducida.
Otras tecnologías emergentes, que ayudan al vehículo a permanecer en su carril y estar centrado en la carretera, también han demostrado que reducen colisiones que normalmente provocan graves lesiones a los ocupantes de los vehículos.
Los últimos datos oficiales disponibles sobre accidentes de tráfico son de 2020, año en el cual 38.824 personas murieron y 2,3 millones resultaron heridas en este tipo de siniestros.
