El gigante de la industria automotriz surcoreana Hyundai Motor sabe que dominar la industria de las baterías para los vehículos eléctricos es fundamental para liderar la transición a la electromovilidad y, en ese contexto, estaría pronto a cerrar un acuerdo con la empresa SK On para levantar una planta de celdas de energía en Estados Unidos que será administrada mediante una empresa conjunta.
Según informó el Diario Económico de Corea, las nuevas instalaciones, que significarán una inversión cercana a los 1.900 millones de dólares para la automotriz, deberían entrar en operaciones a partir de 2026 con una capacidad de producción inicial estimada en 300 mil unidades anuales, es decir unos 20 gigavatios hora (GWh).
No obstante, consultado por Reuters, Hyundai se negó a dar declaraciones, mientras que una fuente de la compañía aseguró a la agencia de noticias que aún "no se ha decidido nada sobre este asunto".
Pese a ello, el reporte del Diario Económico de Corea indica que las nuevas instalaciones se emplazarán en Georgia, cerca de la nueva planta de vehículos eléctricos de Hyundai Motor Group, y que en los próximos días ambas empresas deberían firmar un memorando de entendimiento para definir los montos finales de inversión en la próxima joint venture.
El grupo automotriz ya trabaja en un proyecto para levantar una planta de baterías para vehículos eléctricos en Georgia y cuyas obras se iniciaron el mes pasado con una inversión total estimada en más de 5.500 millones de dólares y que se espera entre en operaciones durante la primera mitad de 2025. En tanto, la empresa SK On ya opera dos plantas de baterías de ion de litio en Georgia.
Otras dos fábricas
Pero eso no es todo, ya que Hyundai Motor y LG Energy Solution siguen analizando la posibilidad de construir dos nuevas plantas de baterías en Estados Unidos, las que serían administradas bajo la modalidad de una empresa conjunta.
Según publica Reuters, el proyecto, que está en estudio por ambas empresas, establece que las nuevas instalaciones también se levanten en Georgia. Cada una tendría una capacidad anual de alrededor de 35 gigavatios hora (GWh), suficiente para alimentar alrededor de 1 millón de vehículos eléctricos (EV). Consultadas al respecto, ambas compañías se excusaron de hacer comentarios.
La idea de administrar tantas fábricas de baterías en Estados Unidos toma sentido si lo que se quiere es aprovechar las salvaguardias que la administración Biden ha dispuesto para hacer más robusta la industria estadounidense.
La polémica Ley de Reducción de la Inflación de EE.UU. no solo dará crédito fiscal exclusivo a los vehículos eléctricos de fabricación local, excluyendo a los modelos de fabricantes extranjeros, sino que además exigirá, en una primera instancia, que al menos el 40% del valor monetario de los minerales críticos para las baterías de los vehículos eléctricos provenga de los Estados Unidos o de un socio de libre comercio del país a fin de calificar para estos créditos fiscales.