Finalmente la Comisión Europea (CE) dio luz verde a Francia para poder prohibir los vuelos comerciales locales de corto alcance entre ciudades que tengan conexión ferroviaria a fin de evitar los altos niveles de contaminación que generan estos servicios aéreos. La drástica medida del gobierno galo se enmarca en su Ley de Clima, presentada el año pasado, y que responde al Acuerdo de París para reducir el calentamiento global.
Según se indicó, la aprobación de esta norma por parte de la CE se fundamenta en el Reglamento Europeo de Servicios Aéreos, donde se permite a los estados miembros "limitar o denegar el ejercicio de los derechos de tráfico" por "motivos medioambientales siempre y cuando existan otros medios de transporte como alternativa".
Si bien la decisión de la CE es solo para el caso particular de Francia, abre la puerta para que otros países del bloque puedan aplicar similares medidas para regular la actividad de su transporte aéreo y empujar a esta industria a redoblar sus esfuerzos por avanzar en la búsqueda de tecnología que permitan la reducción de emisiones, tal como ha ocurrido con el sector automotriz.
Un reporte de la Agencia Europea del Medio Ambiente, recogido por el sitio Motorpasion.com, señala que el avión, pese a ser un medio de transporte colectivo, es el más contaminante de todos al promediar 285 g/CO2 en relación pasajeros por kilómetros recorrido, mientras que un automóvil promedia solo 104 g/CO2 en iguales términos.
Pese a su aprobación, la Comisión Europea impuso a su vez algunas condiciones necesarias para hacer efectiva esta norma y entre ellas se menciona "que no sea discriminatoria, no distorsione la competencia entre las compañías aéreas y no sea más restrictiva de lo necesario". Además se señala que la norma sólo se podrá aplicar para viajes cortos, con idéntica ruta por tren y durante tres años, tras lo cual se hará una evaluación del impacto de la medida.
Igualmente, tal como se indica en la normativa francesa, la disposición sólo podrá implementarse cuando el trayecto en tren sea inferior a dos horas y media. Además deben ser directos, sin conexión y con varios servicios al día.
Así las cosas, por el momento, sólo se eliminarán tres rutas aéreas que salen desde el aeropuerto París-Orly a las ciudades de Burdeos, Nantes y Lyon, de un total de ocho que pretende restringir el gobierno galo.
Las otras rutas son las que unen el aeropuerto París Charles de Gaulle con Lyon, Nantes, Burdeos o Rennes. Pero también para otras ciudades como el servicio que hay entre Lyon y Marsella.